Operación desprendimiento de retina – Todo lo que necesitas saber

Operación desprendimiento de retina – Todo lo que necesitas saber

El desprendimiento de retina es una patología ocular grave que afecta a una de cada 10.000 personas anualmente. Aunque puede presentarse a cualquier edad, es más común en la adultez. 

Una de las causas más comunes del desprendimiento de retina son los desgarros o agujeros retinianos. Estos pueden originarse por un traumatismo, una inflamación o un crecimiento anormal del ojo, y en ocasiones están relacionados con la alta miopía.

Por suerte, gracias a los avances y a la investigación constante por parte de los profesionales de la salud, como los oftalmólogos de Oftálica, se han desarrollado tratamientos, como la vitrectomía, con un éxito en más del 90% de los pacientes que se someten a ella. 

Y de eso mismo trata el artículo de hoy: de la operación de desprendimiento de retina. ¿Qué es lo que necesitas saber antes de hacerte este tratamiento?

¿Cómo es una operación de desprendimiento de retina?

Una operación de desprendimiento de retina tiene como objetivo reponer la retina en su lugar correcto dentro del ojo. Existen varios tipos de procedimientos que se pueden utilizar dependiendo de la gravedad y la fase en la que se encuentre el paciente. 

Cuando el desprendimiento de retina ha avanzado significativamente, se trata mediante una cirugía conocida como vitrectomía. En esta operación, el vítreo se sustituye por una burbuja de gas o una solución salina, que presiona la retina para reposicionarla correctamente.

Mientras la burbuja está presente, existen ciertas restricciones, especialmente en lo que respecta a volar en avión, que está completamente desaconsejado, así como a realizar actividades como el buceo.

En cambio, si el desprendimiento de retina se detecta en sus etapas iniciales, se puede emplear la fotocoagulación láser de retina. Este procedimiento tiene como finalidad eliminar los vasos sanguíneos anormales y fijar la retina en su posición adecuada.

¿Cuánto dura una operación de desprendimiento de retina?

 La duración de una vitrectomía varía dependiendo de la complejidad del caso y las circunstancias específicas del paciente, pero generalmente, la cirugía dura entre 1 y 3 horas.

En el caso de que se realice la fotocoagulación láser, el tiempo baja considerablemente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el tiempo dependerá del caso de cada paciente. Aproximadamente, puede durar entre 20 y 30 minutos

Tratamientos del desprendimiento de retina

Existen varias opciones quirúrgicas para tratar este problema, y la elección del tratamiento depende de factores como el tipo, la extensión del desprendimiento y la salud general del ojo del paciente. Las operaciones más comunes utilizadas en el tratamiento del desprendimiento de retina.

Cerclaje escleral

Es uno de los tratamientos más comunes. Esta cirugía consiste en colocar una banda de silicona alrededor de la parte externa del ojo, llamada esclera. La banda ejerce una presión sobre la retina, ayudando a que se recupere su posición normal.

Este tipo de cirugía es especialmente eficaz cuando el desprendimiento de retina está asociado con desgarros o agujeros en la retina. La cirugía de cerclaje escleral es bastante efectiva y tiene una alta tasa de éxito, especialmente si el desprendimiento se detecta en etapas tempranas.

Vitrectomía

En esta intervención, el cirujano realiza una pequeña incisión en el ojo para retirar el humor vítreo (el gel transparente que llena la cavidad ocular) y lo reemplaza con una solución o gas especial.

Esto permite al cirujano reparar el desgarro de la retina y colocarla de nuevo en su lugar. Es especialmente útil cuando el desprendimiento está asociado con complicaciones adicionales como hemorragias o cicatrices en la retina. En algunos casos, se puede combinar con otros tratamientos como el cerclaje escleral para optimizar los resultados.

Retinopexia neumática

Es una técnica menos invasiva que las anteriores, pero igualmente eficaz para tratar ciertos tipos de desprendimiento de retina. Durante este procedimiento, el cirujano inyecta una burbuja de gas en el ojo, la cual empuja la retina hacia su posición correcta. La burbuja de gas permanece en el ojo durante algunos días o semanas, lo que ayuda a mantener la retina en su lugar mientras sana.

Esta técnica se utiliza cuando el desprendimiento es pequeño y está ubicado en la parte superior de la retina. En algunos casos, se puede combinar con un cerclaje escleral para asegurar una mayor estabilidad.

Criterios para elegir el tratamiento adecuado

La elección del tratamiento adecuado depende de varios factores, y el oftalmólogo evaluará cada caso de manera individualizada.

  • Tipo de desprendimiento: Si es un desprendimiento macular o de la periferia de la retina, la intervención puede variar.
  • Causas del desprendimiento: Desgarros, agujeros o tracciones vitreorretinianas influyen en la decisión.
  • Estado de salud del ojo: Si hay otras afecciones como hemorragias o cicatrices, se optará por una técnica más compleja.
  • Tiempo de diagnóstico: Cuanto antes se detecte el desprendimiento, más opciones de tratamiento estarán disponibles.

En general, el objetivo del tratamiento seleccionado es devolver la retina a su posición correcta para evitar daños permanentes en la visión. En muchos casos, una combinación de técnicas puede ser necesaria para lograr los mejores resultados posibles. El diagnóstico temprano y la intervención rápida son clave para la recuperación visual.

Postoperatorio al desprendimiento de retina

Una vez finalizada la intervención y vuelves a casa, todavía no ha terminado el tratamiento. La etapa del después es crucial. Ya hemos comentado que el éxito de este tratamiento es del 90% pero, si el paciente no pone de su parte y no sigue las recomendaciones del oftalmólogo, no habrá servido de nada. 

Visión borrosa tras la operación

Uno de los síntomas más comunes después de realizarse una operación de desprendimiento de retina es experimentar visión borrosa durante unos días. Pero no es preocupante, ya que desaparecerá. 

La duración de esta borrosidad puede variar dependiendo del tipo de cirugía y del estado de la retina antes de la intervención. Por ejemplo, si se utilizó una burbuja de gas para mantener la retina en su lugar, la visión puede ser borrosa hasta que el gas se disuelva, lo cual puede tardar varias semanas, llegando al mes. 

Tiempo de baja por una operación de desprendimiento de retina

El tiempo de baja laboral tras una operación de desprendimiento de retina puede variar entre dos semanas y un mes, dependiendo de la gravedad del desprendimiento y del tipo de cirugía realizada. Para las personas que realizan trabajos que no requieren esfuerzo físico o visión aguda, el tiempo de baja puede ser más corto. 

Sin embargo, para aquellos que trabajan en entornos que exigen una buena visión o esfuerzos físicos, la baja puede ser más prolongada. Es esencial seguir las recomendaciones del oftalmólogo especializado en retina

Cuidados después de una cirugía de desprendimiento retina

Como hemos dicho ante, los cuidados después de la operación son fundamentales para asegurar una buena recuperación. 

  • Usa gafas de sol en el exterior, ya que ayuda a reducir la sensibilidad a la luz y protege de posibles daños e irritaciones. Asegúrate de que tengan una protección UV del 100%. 
  • No usar ningún tipo de maquillaje, cremas o lociones alrededor del ojo mínimo 2 semanas
  • No apretar ni frotar el ojo especialmente el día de la operación para prevenir una cirugía extra para reparar si algo se daña.
  • Uso de medicamentos bajo prescripción médica.
  • El descanso en posición boca abajo es esencial tras una cirugía de desprendimiento de retina o de agujero macular. Esto se debe a que, después de la intervención, se introduce un gas para reemplazar el gel vítreo que rellena el interior del ojo.

Secuelas al desprendimiento de retina

El desprendimiento de retina es una afección grave que, aunque se puede tratar con éxito en muchos casos, puede dejar secuelas visuales a largo plazo. La rapidez con la que se diagnostique y se trate la condición juega un papel crucial en los resultados, pero incluso después de una cirugía exitosa, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios o complicaciones.

Estas secuelas pueden variar en función de la gravedad del desprendimiento y del tratamiento utilizado.

Pérdida parcial de visión

Uno de los resultados más comunes después de una cirugía para corregir el desprendimiento de retina es la pérdida parcial de visión, especialmente en el área donde ocurrió el desprendimiento. Si la retina ha sufrido daños antes de la intervención, es posible que no se recupere por completo. En estos casos, la visión en esa área puede quedar permanentemente reducida.

Las personas afectadas pueden notar que no pueden ver con claridad en ciertas áreas de su campo visual, lo que se conoce como «visión en túnel». Este tipo de pérdida visual es más frecuente cuando el desprendimiento afecta la mácula, la parte de la retina responsable de la visión central y detallada.

Distorsiones visuales

Las distorsiones visuales, también conocidas como metamorfopsia, son otra posible secuela de un desprendimiento de retina. Este fenómeno ocurre cuando los objetos parecen deformados o distorsionados debido a un daño en la mácula o en otras partes de la retina.

Las personas afectadas pueden ver líneas rectas como curvas, o pueden experimentar cambios en la forma y el tamaño de los objetos que observan. Estas distorsiones pueden ser molestas y dificultar actividades cotidianas como leer, conducir o ver con claridad. En algunos casos, la metamorfopsia puede mejorar con el tiempo, pero en otros, puede persistir a largo plazo.

Desarrollar cataratas

El tratamiento del desprendimiento de retina, especialmente en procedimientos como la vitrectomía, puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas. La vitrectomía, que implica la eliminación del humor vítreo, puede alterar el equilibrio del ojo y afectar la lente natural del ojo, lo que facilita la formación de cataratas prematuras.

Si bien las cataratas son tratables mediante cirugía, su aparición posterior al tratamiento de un desprendimiento de retina puede complicar la recuperación visual y requerir un nuevo procedimiento.

Aumento de la presión ocular

Una de las secuelas menos frecuentes, pero posibles después de una cirugía de desprendimiento de retina es el aumento de la presión ocular, lo que puede llevar al desarrollo de glaucoma. Este aumento en la presión intraocular puede dañar el nervio óptico con el tiempo y causar pérdida de visión permanente si no se detecta y trata adecuadamente. El glaucoma puede ser más común en pacientes que han tenido una vitrectomía o que han recibido inyecciones de gas o aceite en el ojo durante el tratamiento del desprendimiento.

Importancia del seguimiento oftalmológico para controlar las secuelas

Para asegurar una recuperación completa después de la operación del desprendimiento de retina y para identificar cualquier secuela de manera temprana las revisiones periódicas son fundamentales. Permiten a los oftalmólogos evaluar la salud ocular, detectar complicaciones como el aumento de la presión ocular o la aparición de cataratas, y ajustar el tratamiento si es necesario.

Ayudará a determinar si la recuperación está progresando adecuadamente o si se requieren intervenciones adicionales para optimizar los resultados visuales a largo plazo.

En nuestra clínica oftalmológica en Alicante contamos con tecnología de última generación para el diagnóstico de problemas retinianos asociados a la disminución de la visión. 

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Preguntas tras una operación del desprendimiento de retina

Sí, tiene solución y, en muchos casos, se puede tratar con éxito mediante cirugía. Las técnicas más comunes incluyen cerclaje escleral, vitrectomía o retinopexia neumática. Estas intervenciones tienen como objetivo volver a unir la retina con la pared posterior del ojo, lo que mejora la visión o, al menos, evita la pérdida total de visión. La rapidez con la que se diagnostica y se interviene es fundamental para obtener los mejores resultados visuales a largo plazo.

Es bastante normal experimentar algo de dolor o molestias después de la cirugía de desprendimiento de retina. Sin embargo, el dolor suele ser leve y puede manejarse con analgésicos recetados por el oftalmólogo. También puedes sentir molestias como sensación de cuerpo extraño, irritación o picazón en los ojos.

Después de una cirugía de desprendimiento de retina, es crucial seguir las indicaciones sobre las posturas recomendadas, ya que estas ayudan a mantener la retina en su lugar mientras cicatriza. En muchos casos, se recomienda mantener una postura específica, como acostarse de lado o mantener la cabeza en una posición particular durante ciertas horas del día, especialmente si se ha utilizado gas para retinopexia. Evitar movimientos bruscos o forzar la vista es esencial durante las primeras semanas.

En algunos casos, sobre todo si la cirugía involucra la inyección de gas en el ojo, se puede recomendar el uso de una almohada especial para ayudar a mantener la cabeza en una posición adecuada. Algunas personas también pueden necesitar una silla reclinable que les permita estar más cómodas durante el reposo. Si es necesario, tu oftalmólogo te proporcionará instrucciones específicas para garantizar que mantengas la postura correcta durante la recuperación.

El tiempo que debes esperar para conducir después de una cirugía de desprendimiento de retina depende de varios factores, como la mejoría de tu visión y las recomendaciones de tu oftalmólogo. Generalmente, se recomienda esperar entre 2 y 4 semanas antes de retomar la conducción, pero esto puede variar. Es importante que tu visión esté lo suficientemente clara para garantizar tu seguridad y la de los demás en la carretera.

El regreso a las actividades deportivas debe ser gradual y bajo la supervisión de un médico. Durante las primeras semanas después de la cirugía, es importante evitar cualquier actividad que implique esfuerzo físico, levantamiento de pesas o contacto directo, ya que esto podría poner en riesgo la recuperación de la retina. El oftalmólogo determinará cuándo es seguro volver a practicar deporte, pero generalmente se recomienda esperar entre 1 y 3 meses para actividades más intensas, dependiendo de la evolución de la cirugía.

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