Inyecciones intravítreas

¿Qué son las inyecciones intravítreas?

Las inyecciones intravítreas consisten en la administración de medicamentos en el ojo para tratar enfermedades oculares y proteger la visión del paciente. En este procedimiento oftalmológico se inyectan los medicamentos directamente en el humor vítreo del ojo, que es la sustancia gelatinosa que llena la cavidad posterior del ojo.

Nuestros médicos especialistas de oftalmología en Alicante, posee una gran experiencia en este tratamiento, que se utiliza principalmente para tratar enfermedades oculares que afectan la retina. Como la degeneración macular relacionada con la edad, la retinopatía diabética y las oclusiones venosas retinianas. Al administrar el medicamento directamente en el vítreo, se logra una alta concentración en el área afectada, lo que mejora la eficacia del tratamiento.

Para qué sirve una inyección intravítrea

Las inyecciones intravítreas se utilizan para tratar una variedad de enfermedades oculares que afectan la retina y la parte posterior del ojo.

Degeneración macular

La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) es una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores de 50 años. Esta enfermedad afecta la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión clara y detallada.

Las inyecciones intravítreas se utilizan para administrar medicamentos que inhiben el crecimiento anormal de vasos sanguíneos en la mácula, que es una característica de la forma húmeda de la DMAE. Estos medicamentos, llamados anti-VEGF, ayudan a detener la progresión de la enfermedad y en muchos casos pueden mejorar la visión.

El tratamiento con inyecciones intravítreas para la DMAE requiere seguimiento y múltiples inyecciones a lo largo del tiempo para mantener los efectos beneficiosos. Aunque no curan la enfermedad, estas inyecciones pueden controlar los síntomas y reducir el riesgo de pérdida severa de visión, mejorando así la calidad de vida de los pacientes afectados.

Retinopatía diabética

La retinopatía diabética es una complicación ocular común en personas con diabetes, que ocurre cuando el alto nivel de azúcar en la sangre daña los vasos sanguíneos de la retina. Este daño puede provocar hinchazón, hemorragias y, en casos graves, desprendimiento de retina.

Las inyecciones intravítreas son un tratamiento efectivo para manejar esta condición, especialmente en fases avanzadas donde el edema macular diabético o el crecimiento anormal de vasos sanguíneos están presentes.

Los medicamentos inyectados, como los anti-VEGF y los esteroides, ayudan a reducir la inflamación y a prevenir la formación de nuevos vasos sanguíneos que pueden causar hemorragias. Este tratamiento puede estabilizar la visión y, en algunos casos, mejorarla, pero requiere un monitoreo continuo y posibles tratamientos repetidos para mantener los resultados a largo plazo.

Oclusiones venosas retinianas

Las oclusiones venosas retinianas son bloqueos en las venas de la retina que impiden el flujo normal de sangre, lo que puede llevar a la pérdida de visión repentina. Estas oclusiones son más comunes en personas con hipertensión, diabetes ocular o enfermedades cardiovasculares.

Las inyecciones intravítreas se utilizan para tratar las complicaciones de esta afección, como el edema macular, que ocurre cuando el líquido se acumula en la mácula debido al bloqueo.

Los medicamentos administrados a través de inyecciones intravítreas, como los anti-VEGF, ayudan a reducir la hinchazón y mejorar la visión al disminuir la permeabilidad de los vasos sanguíneos y limitar el crecimiento de nuevos vasos anormales. Aunque el tratamiento no puede deshacer el bloqueo, puede prevenir la progresión de la enfermedad y ayudar a preservar la visión.

Edema macular

El edema macular es una acumulación de líquido en la mácula, la parte de la retina responsable de la visión central detallada. Este problema puede ser consecuencia de varias afecciones oculares, como la retinopatía diabética, las oclusiones venosas retinianas, y otras enfermedades inflamatorias del ojo.

Las inyecciones intravítreas son una forma efectiva de tratar el edema macular al administrar medicamentos que reducen la inflamación y disminuyen la fuga de líquido de los vasos sanguíneos en la retina.

El tratamiento con inyecciones intravítreas puede mejorar significativamente la visión al reducir el grosor de la mácula y restaurar la estructura normal de la retina. Sin embargo, el edema macular a menudo requiere múltiples inyecciones y un seguimiento constante para mantener los beneficios del tratamiento a largo plazo.

Infecciones intraoculares graves

Las infecciones intraoculares graves, como la endoftalmitis, son emergencias médicas que pueden causar pérdida rápida y permanente de la visión si no se tratan de inmediato. Estas infecciones pueden ser bacterianas, virales o fúngicas, y generalmente ocurren después de una cirugía ocular, una lesión penetrante, o como una complicación de otra infección.

Las inyecciones intravítreas permiten la administración directa de antibióticos o antifúngicos al interior del ojo, lo que asegura una alta concentración del medicamento en el área afectada.

El tratamiento temprano con inyecciones intravítreas puede ser crucial para salvar la visión y, en algunos casos, el ojo mismo. Sin embargo, estas infecciones requieren un manejo intensivo, que puede incluir múltiples inyecciones, cirugía adicional y seguimiento cercano para garantizar que la infección esté completamente erradicada y evitar daños a largo plazo.

Como se realizar una inyección intravítrea

Aunque puede sonar intimidante, el procedimiento es relativamente rápido y se realiza bajo condiciones controladas para minimizar el malestar del paciente. A continuación, se detalla cómo se realiza una inyección intravítrea y qué esperar durante el proceso.

Técnica de una inyección intravítrea

El procedimiento de una inyección intravítrea se lleva a cabo en un entorno clínico bajo condiciones estériles.

Inicialmente, se prepara al paciente, que consiste en la limpieza de la superficie ocular con un antiséptico para prevenir infecciones. Luego, se aplica una anestesia local en forma de gotas o una pequeña inyección para adormecer el ojo y asegurar que el paciente no sienta dolor durante el procedimiento.

El oftalmólogo utilizará un espéculo para mantener el ojo abierto y luego, con una aguja muy fina, inyectará el medicamento directamente en el humor vítreo, la parte gelatinosa del ojo. La inyección es rápida y el proceso completo suele durar solo unos minutos.

Después de la inyección, el paciente puede experimentar visión borrosa temporal o sentir una ligera presión en el ojo. Se proporcionan instrucciones postoperatorias para garantizar una recuperación adecuada y prevenir complicaciones.

¿Duelen las inyecciones intravítreas?

La idea de una inyección en el ojo puede ser inquietante, pero las inyecciones intravítreas generalmente no son dolorosas debido a la anestesia local aplicada antes del procedimiento. Los pacientes pueden sentir una leve presión o incomodidad durante la inyección, pero no un dolor agudo.

Después del procedimiento, es común experimentar un poco de irritación o sensación de cuerpo extraño en el ojo, pero esto suele ser temporal y se alivia con las gotas recetadas. Es importante comunicar cualquier dolor persistente o intenso al oftalmólogo, ya que podría ser un signo de complicación.

¿Cuántas inyecciones intravítreas son necesarias?

La cantidad de inyecciones intravítreas necesarias depende de la afección que se esté tratando y de la respuesta del paciente al tratamiento.

Por ejemplo, en el caso de la degeneración macular húmeda, los pacientes a menudo requieren una serie de inyecciones mensuales inicialmente, seguidas de inyecciones de mantenimiento a intervalos regulares. En otras condiciones, como la retinopatía diabética o el edema macular, el número de inyecciones puede variar y se ajusta según la evolución del paciente.

Es fundamental el seguimiento y la continuidad en el tratamiento para lograr los mejores resultados. El oftalmólogo programará revisiones periódicas para monitorear la condición del ojo y determinar si son necesarias más inyecciones o si se puede reducir la frecuencia.

Mantenerse al día con el plan de tratamiento es crucial para preservar la visión y maximizar los beneficios de las inyecciones intravítreas.

Resultados tras un tratamiento con inyecciones intravítreas

Es importante conocer qué esperar después del tratamiento de unas inyecciones intravítreas dentro del ojo. Los resultados pueden variar según la afección tratada, pero generalmente incluyen mejoras significativas en la visión o la estabilización de la condición.

Eficacia del tratamiento

Las inyecciones intravítreas han demostrado ser altamente eficaces en el tratamiento de varias enfermedades oculares, como la degeneración macular húmeda y la retinopatía diabética. La efectividad de estas inyecciones es muy alta. En el 95% de los casos se consigue frenar la enfermedad, mientras que un 40% de los pacientes tratados mejoran su agudeza visual o estabilizan su condición ocular, previniendo la progresión de la enfermedad.

En muchos casos, los pacientes experimentan una reducción de la inflamación y del edema macular, lo que se traduce en una visión más clara. Estos tratamientos han sido especialmente efectivos en controlar la pérdida de visión y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Efectos secundarios de las inyecciones intravítreas

Como con cualquier procedimiento médico, las inyecciones intravítreas pueden tener riesgos asociados. Los efectos secundarios más comunes incluyen enrojecimiento, dolor leve o sensación de cuerpo extraño en el ojo, que suelen resolverse en unos pocos días.

Sin embargo, existe un pequeño riesgo de complicaciones más graves, como infecciones (endoftalmitis), hemorragias o desprendimiento de retina.

En Oftálica los pacientes siempre estarán informados y recibirán indicaciones sobre cómo manejar los efectos secundarios.

Consejos después del tratamiento

Después de recibir una inyección intravítrea, es crucial seguir ciertas recomendaciones para asegurar una recuperación adecuada.

El cuidado ocular post-inyección incluye evitar frotarse los ojos, protegerlos de la exposición al polvo y al viento, y usar las gotas oculares recetadas para prevenir infecciones y reducir la inflamación.

También es importante estar atento a señales de advertencia como enrojecimiento persistente, dolor, visión borrosa o aparición de manchas negras en el campo visual, y buscar atención médica si alguno de estos síntomas se presenta.

Oftalmólogo especialista

Dr. Javier Placeres

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