¿Cuándo pedir cita con el oftalmólogo?

El 80% de los españoles presenta algún tipo de defecto visual. Entre las patologías más comunes encontramos la presbicia, la miopía o el astigmatismo. Sin embargo, muchas personas dejan a un lado su salud visual y se olvidan de pedir cita en Oftálica para realizarle las pruebas pertinentes y saber si ha mejorado o empeorado con el paso de los años. 

Sin embargo, no siempre sabemos cuándo es el momento adecuado para visitar al oftalmólogo o qué señales pueden indicar que algo no está bien. En este artículo, exploraremos por qué es crucial acudir a revisiones oftalmológicas regulares, las señales de alerta que no debes ignorar y las recomendaciones para proteger tu visión a lo largo de la vida.

La importancia de acudir al oftalmólogo a tiempo

Muchas enfermedades oculares pueden pasar desapercibidas al principio… Pero ahí están. Y sin una buena revisión ocular a tiempo, podría ser demasiado tarde. Por ello, es crucial saber cuándo pedir cita en una clínica de oftalmología en Alicante para mantener una buena salud ocular.

Beneficios de las revisiones periódicas

Las revisiones oftalmológicas regulares no solo garantizan una visión óptima, sino que también permiten:

  • Detectar problemas visuales tempranos, como la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía.
  • Prevenir complicaciones graves, como el glaucoma o la degeneración macular.
  • Mejorar la calidad de vida, ajustando tratamientos o soluciones que optimicen la salud visual.

Prevención y detección temprana de enfermedades oculares

Más vale prevenir que curar… Y en la oftalmología este dicho cobra mucho sentido. Con una revisión a tiempo podrás empezar un tratamiento adecuado ante cualquier enfermedad ocular, antes de que te causen un daño irreversible.

Por ejemplo, patologías como el glaucoma o las cataratas pueden controlarse de manera efectiva si un especialista las diagnostica a tiempo. 

Señales de alerta que requieren atención oftalmológica

Más allá de las revisiones periódicas que veremos a continuación, debes acudir tu oftalmólogo más cercano siempre y cuando aparezcan alguna de estas señales de alerta. 

  • Cambios repentinos en la vista, como visión borrosa o doble.
  • Dolor ocular persistente que podrá ser síntoma de infecciones o inflamaciones.
  • Aparición de destellos, moscas volantes o sombras, ya que podrían indicar afecciones como un desprendimiento de retina. 
  • Enrojecimiento o hinchazón severa en los ojos
  • Síntomas relacionados con otras enfermedades, como diabetes o hipertensión

Recomendaciones para revisiones oftalmológicas regulares

Mantener una rutina de revisiones oftalmológicas depende de varios factores, como la edad y las condiciones de salud específicas. Aquí te presentamos una guía general

Frecuencia de visitas según la edad:

Revisión ocular infantil: 0-6 años

Los problemas visuales en los niños pueden afectar su desarrollo académico y social. Es importante acudir al oftalmólogo si presentan dificultad para enfocar, tropiezos frecuentes, dolor de cabeza o desviación de los ojos.

  • Primera revisión entre los 6 meses y 1 año.
  • Evaluaciones adicionales antes de los 3 años y previo al ingreso escolar.

Adultos jóvenes: 20-40 años

  • Una revisión cada 2-3 años si no hay factores de riesgo ni problemas visuales evidentes.

Personas mayores de 40 años

  • Revisiones anuales o bianuales, ya que aumentan los riesgos de glaucoma, cataratas y presbicia.

Personas mayores de 65 años

  • Controles anuales para detectar y tratar enfermedades relacionadas con la edad, como la degeneración macular y las cataratas.

Factores de riesgo que aumentan la necesidad de revisiones frecuentes

Existen ciertos factores que incrementan la probabilidad de desarrollar problemas oculares y, por ende, la necesidad de realizar revisiones oftalmológicas con mayor frecuencia:

  • Antecedentes familiares: Patologías como el glaucoma o la degeneración macular, suelen tener un componente genético bastante alto. El riesgo de glaucoma puede ser hasta 10 veces mayor con personas que tienen familiares con esta patología. 
  • Uso prolongado de pantallas: Ahora las pantallas son una extensión más de nuestro cuerpo. Pasar muchas horas frente a un ordenador o un móvil, puede provocar fatiga ocular y problemas de enfoque a largo plazo. En España, el 70% de las personas que trabajan frente a pantallas presenta síntomas de fatiga visual.
  • Exposición al sol sin protección adecuada: El sol puede ser el causante de muchas patologías debido a la radiación ultravioleta. Una exposición prolongada aumenta el riesgo de cataratas y degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Según la OMS, una persona que no se protege bien del sol tiene un 40% más de riesgo de desarrollar cataratas prematuras. 
  • Edad avanzada: partir de los 40 años, comienzan a aumentar los riesgos de desarrollar condiciones relacionadas con el envejecimiento, como presbicia, glaucoma y DMAE.

Recuerda: actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre preservar tu salud visual y enfrentar complicaciones más graves en el futuro.

Estamos para ayudarte 

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