La operación de miopía es una solución efectiva para quienes experimentan dificultades para ver de lejos, sensación de cansancio ocular, o necesidad de forzar la vista para enfocar correctamente. En España, la miopía afecta a aproximadamente el 38% de la población, y muchas personas podrían beneficiarse de esta cirugía para mejorar su calidad de vida visual.
Con las opciones disponibles hoy en día, cada vez más personas deciden optar por la corrección quirúrgica para reducir o eliminar la dependencia de gafas o lentillas. Pudiendo así disfrutar de actividades cotidianas y deportivas sin las limitaciones impuestas por las ayudas ópticas. Existen distintas técnicas quirúrgicas para quitar o reducir la miopía, que van desde el popular LASIK hasta la implantación de lentes intraoculares en casos de miopía alta.
En Oftálica, nuestro equipo de oftalmólogos en Alicante especializados en cirugía refractiva, determina cuál es el método más apropiado para corregir la visión de cada persona de manera segura y efectiva. En este artículo exploraremos las diferentes opciones de cirugía para la miopía, los beneficios y los riesgos asociados a cada una, así como los cuidados postoperatorios necesarios para garantizar una recuperación óptima.
Objetivo de la cirugía para corregir la miopía
Una operación de ojos para quitar la miopía tiene como objetivo principal mejorar la agudeza visual a distancia, reduciendo o eliminando la dependencia de gafas, lo cual proporciona comodidad y mejora la calidad de vida. Este procedimiento modifica la forma de la córnea o añade una lente intraocular para que la luz se enfoque correctamente en la retina, logrando que el paciente pueda ver con mayor claridad.
A corto plazo, las mejoras visuales suelen ser notables poco después de la cirugía, con una recuperación rápida y progresiva de la visión. Los pacientes reportan una reducción drástica en la borrosidad y, en la mayoría de los casos, pueden llevar a cabo actividades cotidianas sin correcciones adicionales en cuestión de días o semanas, dependiendo del tipo de intervención.
A largo plazo, la cirugía para la miopía tiene el potencial de ofrecer una solución permanente, aunque esto puede depender de factores como la estabilidad de la graduación previa a la cirugía y el tipo de técnica utilizada. La corrección suele mantenerse estable, permitiendo que los pacientes disfruten de una buena visión sin la necesidad de gafas a lo largo de los años.
Esta libertad visual para quienes llevan años con correcciones ópticas, aporta comodidad en sus actividades, aumentando así la calidad de vida del paciente y su confianza en situaciones que exigen una visión precisa.
Riesgos ante una operación de miopía
Una cirugía para eliminar la miopía, aunque es segura y efectiva para la mayoría, puede presentar algunos riesgos que es importante considerar. Los efectos secundarios comunes incluyen sequedad ocular, que se da por la disminución temporal de la producción de lágrimas. Esta sequedad suele aliviarse con el uso de lágrimas artificiales y mejora con el tiempo.
Otro efecto habitual son los halos o destellos alrededor de luces, especialmente de noche, lo cual puede dificultar la conducción nocturna; sin embargo, en la mayoría de los casos, estos síntomas desaparecen en unos meses.
En cuanto a las complicaciones más graves, aunque son raras, incluyen infecciones postoperatorias, irregularidades en la curvatura de la córnea o incluso un resultado de visión insuficiente que puede requerir una segunda intervención.
Para minimizar estos riesgos, es fundamental seguir las recomendaciones de cuidado postoperatorio, como evitar frotarse los ojos y utilizar los colirios antibióticos indicados por el oftalmólogo. Además, asistir a las revisiones programadas permite detectar cualquier complicación tempranamente y recibir el tratamiento adecuado, asegurando una recuperación exitosa.
Pruebas necesarias para saber si puedes operarte la miopía
Las intervenciones de cirugía refractiva no paran de crecer en el sector de la oftalmología. Los últimos datos han revelado que, en total, al año, se llegan a hacer más de 80.000 operaciones.
Sin embargo, hay que cumplir una serie de requisitos para llevar a cabo este procedimiento:
- Tener más de 18 años.
- Tener una graduación adecuada para poder operarse, en términos generales, para que la operación con cirugía láser sea viable son hasta 10-12 dioptrías.
- Que la miopía haya permanecido estable mínimo un año
- Tengan buena salud visual
Para determinar si una persona es apta para la operación de miopía, es necesario realizar un examen oftalmológico previo completo que evalúe la salud ocular e idoneidad para una operación de ojos para corregir la miopía. Así, las pruebas más comunes son:
- Medición del segmento anterior y posterior del ojo
- Medición de la tensión intraocular
- Medición de la agudeza visual y la graduación
Una vez que el oftalmólogo haya dado el visto bueno, se elegirá el mejor tratamiento personalizado para el paciente.
Tipos de operaciones para quitar la miopía
Existen diferentes tipos de cirugía para corregir la miopía, cada una adaptada a las necesidades y características del paciente. Como hemos indicado, antes de elegir una técnica, es esencial evaluar cada caso para recomendar la opción más segura y efectiva, asegurando los mejores resultados en la calidad visual del paciente.
Técnica Lasik
El Lasik es uno de los procedimientos más populares para tratar la miopía. En esta cirugía, se utiliza un láser para remodelar la córnea, la capa transparente del ojo, permitiendo que la luz se enfoque correctamente en la retina. El Lasik es una cirugía ambulatoria y suele ser indolora, con una rápida recuperación visual.
- Se levanta una capa fina de la córnea
- Se aplica el láser, cambiando su forma
- Se repone la capa sin necesidad de puntos
Duración de la intervención: de 10 a 15 minutos
PRK/LASEK
La PRK es otra técnica que implica el uso de un láser para cambiar la forma de la córnea, pero en este caso, se retira la capa superficial (epitelio) de la córnea antes de aplicar el láser. La recuperación de la PRK puede ser un poco más lenta que la del Lasik, ya que la córnea necesita tiempo para sanar.
- Se despega el epitelio
- Se aplica el láser para eliminar las dioptrías
- Se vuelve a colocar el epitelio
Duración de la intervención: 10 minutos aproximadamente
Lente intraocular
Esta técnica implica implantar una lente intraocular en el ojo, sin reemplazar el cristalino natural. Se presenta como la elección ideal para pacientes que no son candidatos adecuados para procedimientos de cirugía refractiva con láser, como el Lasik, debido a diversas condiciones médicas.
La intervención se realiza con anestesia tópica, es decir, con gotas oculares sin necesidad de pinchazos y dura aproximadamente 5 minutos
Posibles cirugías combinadas con la miopía
La miopía puede coexistir con otros problemas visuales como el astigmatismo, la presbicia y las cataratas. En estos casos, existen operaciones combinadas en el ojo que permiten corregir ambos defectos en una sola intervención, optimizando los resultados visuales y reduciendo la necesidad de correcciones adicionales.
Operación de miopía y astigmatismo
La existencia de miopía y astigmatismo es común en oftalmología, ya que muchos pacientes tienen ambos defectos visuales. Para corregir ambos en una sola intervención, se emplean técnicas como el LASIK o la implantación de lentes intraoculares tórica.
En LASIK, un láser remueve capas de la córnea y ajusta su curvatura para corregir tanto el enfoque de la miopía como las irregularidades de astigmatismo. Los lentes intraoculares tórica, por otro lado, corrigen la visión al colocarse dentro del ojo, ofreciendo una solución para aquellos con córneas delgadas que no son candidatos ideales para cirugía con láser.
Esta cirugía combinada proporciona una mejora de la visión en todas las distancias y una recuperación rápida.
Operación de cataratas y miopía
En personas con miopía que desarrollan cataratas, se puede combinar la operación de cataratas con la corrección de la miopía mediante lentes intraoculares. En este procedimiento, el cristalino opaco es reemplazado por una lente artificial (lente intraocular) que restaura la visión perdida por la catarata, y también corrige la miopía.
Existen lentes monofocales, que corrigen la visión de lejos, y lentes multifocales o trifocales, que permiten ver bien a distintas distancias (cerca, media y lejana). Esta intervención es especialmente beneficiosa para personas mayores, ya que se soluciona la pérdida de nitidez por cataratas y se reduce la necesidad de gafas tras la cirugía.
Operación de ojos con miopía y presbicia
La presbicia, o vista cansada, afecta a la capacidad de enfocar objetos cercanos y suele desarrollarse en torno a los 40 años. Para quienes tienen miopía y presbicia, la implantación de lentes multifocales es una opción ideal. Estas lentes permiten enfocar tanto a corta como a larga distancia, reduciendo la dependencia de gafas progresivas.
La implantación de lentes trifocales es otra alternativa avanzada que facilita una visión clara en tres rangos (cerca, media y lejos), especialmente útil en personas mayores de 50 años. Este procedimiento ofrece una solución integral para corregir tanto la miopía como la dificultad para ver de cerca.
Proceso de recuperación tras una operación de miopía
Después de someterse a una cirugía de miopía, es importante seguir las recomendaciones del oftalmólogo para garantizar una recuperación exitosa y mantener resultados óptimos:
- Descansar y evitar actividades que puedan poner en riesgo sus ojos, como frotarse los ojos o levantar objetos pesados.
- Usar gafas de sol para proteger sus ojos de la luz solar intensa y del polvo.
- Evitar deportes y actividades físicas intensas.
- Evitar el uso excesivo de pantallas de computadoras y dispositivos móviles durante los primeros días o semanas posteriores a la cirugía.
- No conducir hasta que se lo permitan.
Las visitas de seguimiento son esenciales para evaluar el progreso de la operación y comprobar si el ojo está cicatrizando adecuadamente. En estas consultas, el oftalmólogo puede detectar a tiempo cualquier signo de complicación.
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Preguntas frecuentes sobre la operación de miopía
¿Es segura una operación para quitar miopía?
La operación de miopía es segura y eficaz para la mayoría de las personas. Los avances en tecnología láser y las técnicas personalizadas han reducido los riesgos asociados. Sin embargo, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva previa para asegurar que el paciente es un buen candidato para la cirugía.
¿Es doloroso operarse la miopía?
La cirugía de miopía no es dolorosa, ya que se realiza bajo anestesia local en forma de gotas. Aunque algunos pacientes experimentan molestias leves o sequedad en los días posteriores, el dolor intenso es poco común y se alivia con colirios y cuidados recomendados.
¿A qué edad se puede hacer una operación de miopía?
La operación de miopía se recomienda a partir de los 18-20 años, cuando la graduación se ha estabilizado. Esto reduce el riesgo de cambios postoperatorios en la visión. Para casos especiales, como miopía magna o alta progresión, el oftalmólogo puede evaluar opciones alternativas.
Baja laboral por operación de miopía
La recuperación tras la cirugía de miopía es rápida, y la mayoría de las personas retoman sus actividades en unos pocos días. Para trabajos que no requieren esfuerzo visual intenso, la baja suele ser de 2 a 3 días, aunque actividades que impliquen exposición a luz intensa o partículas pueden requerir unos días adicionales de descanso.