Herpes en el ojo: síntomas, causas, tratamiento y cuándo es peligroso

Tener un herpes en el ojo es más común de lo que parece. Se trata de una de las afecciones oculares más recurrentes. Aunque al principio no es un indicativo de algo grave, si no se revisa a tiempo puede desencadenar complicaciones en un futuro. Según la American Academy of Ophthalmology (AAO), se estima que más de 1,5 millones de personas en el mundo desarrollan herpes ocular cada año. 

Tanto en la mejor clínica oftalmológica en España, como en las nuevas que abran, los profesionales tienen que estar preparados para tratar a pacientes que presenten esta afección, ya que la incidencia anual del herpes simple ocular se sitúa en torno a 15-30 casos por cada 100.000 habitantes. 

Si tienes un herpes en el ojo, este artículo te servirá para despejar tus dudas y buscar el mejor tratamiento para ponerle fin. 

¿Qué es el herpes ocular?

El herpes ocular es una infección causada por dos virus principales:

Herpes simple

Conocido por «herpes labial», este es provocado por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1). Cuando aparece en nuestro ojo, provoca úlceras corneales y episodios recurrentes de inflamación ocular. 

Herpes zóster

Causado por la reactivación del virus varicela-zóster, responsable de la varicela en la infancia. Cuando el virus permanece latente en los nervios y se reactiva en la edad adulta, puede provocar herpes zóster oftálmico, afectando a los párpados, la córnea e incluso al nervio óptico.

¿Es contagioso tener herpes en los ojos?

Sí, el herpes simple puede ser contagioso, especialmente cuando hay contacto directo con la persona que lo tiene y esta presenta secreciones. 

Sin embargo, si hablamos del herpes zóster, este no se trasmite entre personas, aunque sí que puede provocar varicela en aquellas que todavía no la han pasado. 

¿Puede ser recurrente?

Sí. En el caso del herpes simple ocular, se estima que el 50% de los pacientes presenta recurrencias dentro de los primeros 10 años tras el primer brote.

¿Por qué sale herpes en el ojo?

El herpes ocular aparece por una infección primaria o por reactivación viral. Existen diversos factores que pueden favorecer su aparición:

  • Infección primaria o reactivación
  • Estrés físico o emocional
  • Baja de defensas
  • Exposición a la radiación ultravioleta
  • Fiebre
  • Tratamientos inmunosupresores, como la quimioterapia o corticoides prolongados 

La presión elevada ocurre porque el humor acuoso (líquido interno del ojo) se produce en exceso o no se drena correctamente a través de la malla trabecular.

¿Cómo empieza el herpes en el ojo?

El herpes no aparece de la noche a la mañana. Siempre hay indicativos de que este aparece, por muy pequeños que sea. Estos son los primeros signos que hacen que empecemos a sospechar de que un herpes está apareciendo en nuestro ojo. 

Hormigueo, picor o ardor cerca del ojo

Uno de los primeros signos que sentiremos cuando empieza a aparecer un herpes es una sensación de hormigueo, picor o ardor cerca del ojo.

Enrojecimiento, lagrimeo y sensibilidad a la luz

Después, el ojo puede volverse muy sensible a la luz (fotofobia), tener un lagrimeo excesivo o presentar enrojecimientos. 

Dolor de cabeza o malestar general

Especialmente, en pacientes con herpes zóster, los dolores de cabeza o el malestar general suelen acompañar a la aparición de este tipo de herpes en el ojo. 

Síntomas del herpes ocular

Estos son los síntomas que indican que puede aparecer un herpes en el ojo:

  • Dolor en los ojos
  • Sensación de arenilla o cuerpo extraño
  • Rojez en los ojos
  • Visión borrosa
  • Lesión dendrítica visible en la córnea
  • Ampollas dolorosas en la piel alrededor del ojo o en el párpado 

¿Es peligroso el herpes en el ojo?

Si no se trata a tiempo y lo dejamos pasar, el herpes puede provocar algunas consecuencias graves en el futuro, siendo una de las principales causas de ceguera corneal en países desarrollados.

Úlceras corneales

Cuando el virus invade la córnea, puede producir úlceras superficiales o profundas. Estas lesiones dañan la capa más externa del ojo y, además del dolor intenso, pueden favorecer infecciones bacterianas secundarias que agraven el cuadro.

Cicatrices permanentes

La repetición de episodios inflamatorios o la cicatrización de úlceras mal curadas genera cicatrices corneales. Estas cicatrices reducen la transparencia de la córnea, impidiendo el paso correcto de la luz y provocando visión borrosa o disminuida incluso después de superar el brote.

Glaucoma

El herpes ocular puede afectar al sistema de drenaje del ojo, elevando la presión intraocular y desencadenando un glaucoma secundario. Este aumento de presión, mantenido en el tiempo, daña progresivamente el nervio óptico, con pérdida irreversible del campo visual, necesitando una operación de glaucoma para poder tratarlo. 

Pérdida de visión

Como hemos comentado antes, el herpes es uno de las principales causas de ceguera en el mundo, ya que si no son tratados a tiempo pueden llevar a una pérdida parcial o total de la visión. 

Afectar el nervio óptico

En el herpes zóster oftálmico, la inflamación puede extenderse y afectar al nervio óptico, produciendo una neuropatía óptica. Esta complicación puede ser irreversible y dejar secuelas visuales graves, incluso aunque la infección se controle.

Tratamiento del herpes ocular

Dependiendo del caso al que nos enfrentemos, podemos indicar un tratamiento u otro. Un diagnóstico precoz realizado por el oftalmólogo es fundamental para iniciarlo y evitar complicaciones en el futuro:

Antivirales

Son el pilar fundamental del tratamiento. Se utilizan tanto por vía oral (comprimidos) como tópica (pomadas o colirios). Los antivirales como aciclovir, valaciclovir o ganciclovir ayudan a frenar la replicación del virus y a acortar la duración del brote.

Corticoides

Los corticoides en forma de colirios oculares pueden ser necesarios cuando existe inflamación importante, como en las queratitis estromales o uveítis herpéticas. Sin embargo, su uso debe estar siempre estrictamente supervisado por un oftalmólogo, ya que, si se aplican sin el control adecuado, pueden empeorar la infección viral o retrasar la cicatrización de la córnea.

Analgésicos y colirios lubricantes

El herpes ocular puede provocar dolor intenso, sensación de arenilla y fotofobia. Para mejorar la calidad de vida del paciente durante el brote, se prescriben analgésicos orales y colirios lubricantes sin conservantes, que ayudan a mantener la superficie ocular hidratada y a disminuir la irritación.

Prevención y cuidados en casa

El tratamiento también se sigue en casa. Para reducir el riesgo de que vuelva a aparecer debes:

  • Protegerte del sol
  • Evitar el estrés, tanto físico, como mental
  • Mantener el sistema inmune fuerte
  • Cumplir con la medicación que te ha prescrito el oftalmólogo

Oftálica para tratar herpes en los ojos

En Oftálica llevamos más de 20 años tratando a nuestros pacientes. Los especialistas que trabajan en nuestra clínica están especializados en diferentes patologías oculares, desde el glaucoma, a la miopía, pasando por el herpes en el ojo. 

Utilizamos la última tecnología y ofrecemos un servicio personalizado e individualizado, siguiendo con los protocolos terapéuticos. Nuestro objetivo es preservar la salud visual y evitar complicaciones que puedan comprometer la visión a largo plazo.

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