¿Cómo ve una persona con glaucoma? Es una pregunta frecuente entre quienes han recibido el diagnóstico o tienen familiares afectados por esta enfermedad ocular silenciosa. El glaucoma provoca una pérdida lenta y en muchos casos imperceptible del campo visual. Sin un tratamiento adecuado, puede derivar en una visión en túnel e incluso en ceguera irreversible.
Al tratarse de una patología crónica y degenerativa, entender cómo se ve con glaucoma en distintas fases, desde los primeros síntomas hasta el glaucoma avanzado, es clave para tomar conciencia sobre su gravedad.
¿Cómo afecta el glaucoma al nervio óptico?
El glaucoma es una enfermedad ocular crónica que daña de forma progresiva el nervio óptico, que suele estar relacionado con un aumento de la presión intraocular.
Etapas iniciales sin síntomas
En las primeras fases del glaucoma, la persona afectada no suele experimentar ningún síntoma. La pérdida de visión periférica comienza de forma muy sutil, por lo que muchos pacientes continúan con su rutina diaria sin notar cambios visuales. A esto se le conoce como “el ladrón silencioso de la visión”, ya que el daño se produce lentamente y sin dolor.
Este carácter asintomático hace que más del 50 % de las personas con glaucoma en España no sepan que lo tienen. Por eso es fundamental realizar revisiones oftalmológicas periódicas, especialmente a partir de los 40 años o si existen antecedentes familiares, ya que solo con pruebas específicas como la tonometría ocular, la OCT o el estudio del campo visual es posible detectar la enfermedad a tiempo.
El daño progresivo en la vista
A medida que el glaucoma avanza, el nervio óptico va perdiendo fibras nerviosas de forma irreversible. Esto se traduce en una reducción del campo visual, que comienza por las zonas periféricas y va cerrándose poco a poco, como si el paciente viera a través de un tubo o túnel. Esta pérdida no puede recuperarse, y si no se frena a tiempo, puede afectar también a la visión central.
El deterioro visual puede agravarse con el tiempo si la presión ocular no se controla correctamente, ya sea con gotas, láser o cirugía. Es importante entender que, aunque existen tratamientos eficaces para el glaucoma, ninguno puede revertir el daño ya hecho. El objetivo es preservar la visión útil que aún queda y evitar que la enfermedad siga avanzando.
¿Cómo se ve un ojo con glaucoma desde dentro?
Aunque desde fuera el ojo de una persona con glaucoma puede parecer completamente normal, en su interior se están produciendo cambios progresivos que afectan de forma directa a la visión.
Cambios en el campo visual
Uno de los primeros efectos del glaucoma es la pérdida de visión periférica. Esto significa que el paciente deja de ver los objetos que se encuentran en los laterales o en las esquinas de su campo visual, aunque aún conserve una visión central aparentemente normal. Este cambio suele pasar desapercibido al principio, porque el cerebro tiende a “rellenar” los espacios vacíos, generando una falsa sensación de normalidad.
Con el tiempo, esta pérdida periférica se va haciendo más evidente. El paciente puede tropezar con objetos, no ver a personas que se acercan lateralmente o tener dificultades para conducir, especialmente al cambiar de carril o girar en cruces. Estos cambios no son bruscos, sino progresivos, lo que dificulta su detección sin un examen oftalmológico adecuado.
Visión en túnel
A medida que el glaucoma avanza, la reducción del campo visual periférico se intensifica hasta dejar solo una pequeña porción de visión central. Esta condición se conoce comúnmente como visión en túnel, y es una de las formas más características de describir cómo ve una persona con glaucoma en estado avanzado.
La visión en túnel genera una gran limitación para desenvolverse en el día a día. Actividades como caminar por la calle, reconocer caras, leer señales o incluso leer pueden volverse extremadamente difíciles sin ayuda visual. Muchos pacientes describen esta sensación como si miraran el mundo a través de un tubo estrecho, donde lo único que pueden enfocar está justo frente a sus ojos.
Ver moscas volantes con glaucoma
Algunos pacientes con glaucoma refieren ver moscas volantes (también conocidas como miodesopsias), esas pequeñas manchas móviles que parecen flotar en el campo de visión. Sin embargo, es importante aclarar que estas no son un síntoma directo del glaucoma, sino una condición ocular frecuente relacionada con el envejecimiento del humor vítreo.
No obstante, si se perciben cambios repentinos en la cantidad o forma de estas manchas flotantes, lo recomendable es consultar al oftalmólogo, ya que podrían estar indicando otro tipo de patología. En pacientes con glaucoma, ver moscas volantes puede coincidir, pero no es una señal típica ni específica de esta enfermedad.
¿Cómo ve una persona con glaucoma avanzado?
En etapas avanzadas, la pérdida de visión es severa y permanente. En estos casos, el paciente además debe enfrentarse a limitaciones importantes en su vida diaria.
Pérdida de visión funcional y calidad de vida
En etapas avanzadas, la visión periférica está prácticamente anulada y la visión central puede comenzar a deteriorarse. Esto significa que el paciente pierde lo que se denomina visión funcional, es decir, la capacidad de ver lo suficiente para realizar tareas cotidianas con autonomía. Leer, cocinar, caminar sin ayuda o reconocer rostros se vuelven tareas muy difíciles o imposibles sin asistencia.
Esta pérdida de independencia puede afectar significativamente la calidad de vida. Muchas personas con glaucoma avanzado experimentan frustración, miedo a caídas, aislamiento social o incluso ansiedad por la incertidumbre sobre el futuro de su visión. Por eso, además del tratamiento médico, el acompañamiento emocional y la adaptación del entorno son fundamentales en esta etapa.
Adaptaciones en la rutina diaria
Con la visión comprometida, las actividades del día a día requieren adaptaciones específicas. Acciones como subir escaleras, cruzar una calle o encontrar objetos en casa pueden convertirse en desafíos. Por eso, organizar la vivienda de forma funcional, evitando obstáculos, mejorando la iluminación y utilizando elementos contrastados, es esencial para moverse con mayor seguridad.
Tareas que antes se hacían con naturalidad, como leer o escribir, pueden requerir pausas más frecuentes, uso de luz dirigida o ayudas ópticas. Muchas personas también modifican sus horarios para aprovechar al máximo la luz natural, y reducen sus desplazamientos, sobre todo si han dejado de conducir.
Uso de ayudas visuales
En Oftálica, muchos pacientes con glaucoma avanzado se benefician del uso de ayudas visuales especializadas, como lupas electrónicas, lentes con filtro de contraste, ampliadores de pantalla o dispositivos parlantes para tareas cotidianas. Estas herramientas permiten compensar parcialmente la pérdida visual y seguir realizando actividades esenciales con menor esfuerzo.
¿Cómo Oftálica puede frenar la pérdida de visión?
Aunque no tiene cura, su avance sí puede detenerse o ralentizarse si se detecta el glaucoma a tiempo y se inicia el tratamiento adecuado.
Importancia del diagnóstico precoz
Es el primer paso, y el más decisivo, para evitar que el glaucoma progrese hasta fases avanzadas. En Oftálica realizamos pruebas rápidas, indoloras y altamente precisas, que nos permiten detectar alteraciones incluso antes de que el paciente perciba síntomas.
Valoramos factores de riesgo individuales como antecedentes familiares, hipertensión ocular o enfermedades crónicas para ajustar la frecuencia de las revisiones. Detectar el glaucoma en fases tempranas permite iniciar tratamientos menos invasivos y mantener una buena calidad visual durante muchos años.
Tratamientos actuales y su objetivo
El objetivo del tratamiento en Oftálica es reducir la presión intraocular y estabilizar el daño en el nervio óptico, evitando así una mayor pérdida de visión. Disponemos de un amplio abanico de opciones adaptadas a cada etapa de la enfermedad.
Nuestros especialistas valoran cada caso de forma integral y acompañan al paciente durante todo el proceso, desde el diagnóstico hasta el seguimiento postoperatorio. Gracias a este enfoque personalizado, miles de pacientes con glaucoma han logrado mantener su visión estable y mejorar su calidad de vida.




