El glaucoma se ha convertido en la segunda causa de ceguera irreversible en el mundo y cerca de 80 millones de personas la padecen. Aproximadamente el 50% de las personas que lo padecen no saben que lo tienen. Por ello, es importante realizarse de forma periódica una revisión para poder diagnosticar a tiempo la patología y realizarse una operación de glaucoma cuanto antes.
Una de las mejores soluciones para poner fin al glaucoma, especialmente cuando otros tratamientos han fallado, es la trabeculectomía, una cirugía láser que ayuda a que el ojo drene el fluido intraocular. Con los años, los mejores cirujanos oftalmólogos, han mejorado la técnica para ofrecer a sus pacientes un tratamiento clave para evitar la progresión del glaucoma.
En el artículo de hoy conocerás todo lo que tienes que saber de la trabeculectomía, desde qué es hasta en qué casos se recomienda.
¿Qué es una trabeculectomía?
Se trata de una cirugía que permite reducir la presión intraocular (PIO) al crear una nueva vía de drenaje para el humo acuso (el líquido que circula en el interior del ojo).
El objetivo es controlar la PIO de forma duradera, ya que una presión elevada es el principal factor de riesgo modificable en el glaucoma. La intervención se realiza con anestesia local y suele durar entre 45 y 60 minutos.
Complicaciones de la trabeculectomía
A pesar de ser una de las técnicas más seguras dentro del mundo de la oftalmológica, como cualquier intervención, tiene algunos riesgos a tener en cuenta:
Hipotonía ocular
Tras la intervención, en algunos casos se puede dar una presión intraocular demasiado baja. Esto afecta al paciente con visión borrosa o daños en la retina si no se llega a corregir a tiempo.
Infección ocular
Aunque poco frecuente, puede producirse una endoftalmitis, una infección intraocular grave que requiere tratamiento urgente. De hecho, la incidencia se estima en menos del 1% de los casos.
Sangrado intraocular
En pacientes que presentan enfermedades vasculares antes de realizarse esta cirugía, puede producirse un sangrado que afecte la cámara anterior o el vítreo.
Cataratas secundarias
Algunos estudios sugieren que hasta un 50% de los pacientes desarrollan cataratas en los años posteriores a la trabeculectomía, especialmente si ya existía cierta opacidad del cristalino.
Fibrosis de la ampolla filtrante
La cicatrización excesiva puede bloquear la nueva vía de drenaje, lo que compromete el éxito de la cirugía. Por ello, para frenar este riesgo se recomienda el uso de agentes antifibróticos como la mitomicina C.
¿Cuándo está indicada una trabeculectomía?
Podemos encontrar diferentes casos donde el oftalmólogo recomendará realizarse una trabecultectomía.
Glaucoma de ángulo abierto avanzado
Cuando el glaucoma ha progresado a pesar del tratamiento con colirios y láser, se requiere una intervención quirúrgica para evitar una pérdida visual irreversible.
Glaucoma de ángulo cerrado crónico
En casos donde el ángulo de drenaje natural está dañado o cerrado, y la iridotomía no es suficiente, la trabeculectomía se convierte en el mejor tratamiento para frenar la patología.
Fracaso de tratamientos previos
Se recurrirá a esta cirugía cuando los fármacos hipotensores o las terapias con láser no han logrado controlar la PIO.
Casos con progresión del daño visual
Si con el paso del tiempo se ha detectado un deterioro del campo de visión o del nervio óptico, puede indicarse la trabeculectomía como medida preventiva.
¿Cómo se realiza la cirugía de glaucoma trabeculectomía?
Según el caso del paciente y del grado de gravedad de la patología, el oftalmólogo podrá realizar una de estas tres técnicas:
Técnica quirúrgica tradicional
Consiste en crear una “fístula” en la esclera por donde se drena el humor acuoso. Se utiliza una sutura especial para regular el flujo y evitar una hipotonía excesiva.
Trabeculectomía con mitomicina C
Es el tipo de cirugía que más se realiza. Consiste en la aplicación de un antifibrótico (mitomicina C) durante la cirugía para reducir el riesgo de cicatrización y mejorar la supervivencia de la ampolla filtrante.
Trabeculectomía con láser
Algunos procedimientos combinan láser para mejorar el remodelado del tejido o para tratar complicaciones postoperatorias, aunque no sustituye a la cirugía convencional.
Postoperatorio de la trabeculectomía para glaucoma
Aunque no suele ser una patología grave, hay ciertos casos donde se debe acudir de forma urgente a un especialista:
Cuidados inmediatos tras la operación
- Uso de antibióticos y colirios antinflamatorios
- Evitar esfuerzos físicos
- No frotarse los ojos
- Revisiones periódicas durante las primeras semanas
Tiempo de recuperación
En general, la recuperación visual puede tardar entre 2 y 6 semanas, aunque la presión intraocular se estabiliza en las primeras 48-72 horas.
Resultados y eficacia de la trabeculectomía
La eficacia de la trabeculectomía es alta: entre el 60% y el 80% de los pacientes logran un buen control de la presión sin necesidad de medicación adicional durante varios años.
Una cirugía eficaz con seguimiento especializado en Oftálica
En Oftálica contamos con un equipo médico especializado en el glaucoma. Con más de 20 años de experiencia tratando a nuestros pacientes, nos hemos convertido en la clínica de referencia en Alicante y alrededores. Ofrecemos un trato personalizado y utilizamos la tecnología de última generación para garantizar los mejores resultados.