¿Cómo es el postoperatorio de una cirugía de glaucoma?

De acuerdo con la Asociación Mundial del Glaucoma, se estima que aproximadamente el 0.5% (una de cada 200) de las personas de 40 años tienen glaucoma. Esta proporción aumenta drásticamente al llegar a los 80 años, afectando a alrededor del 12.5% de la población en esa edad. A nivel mundial, se estima que hay alrededor de 78 millones de personas que padecen glaucoma en la actualidad, y se proyecta que esta cifra aumentará a 111.8 millones para el año 2024.

Gracias a los avances médicos y a las últimas técnicas empleadas para tratar esta patología, son más las personas que se deciden someterse a una intervención y curar su vista. Por ello, tendrás la respuesta a todo lo relacionado con el postoperatorio: riesgos y cuidados. 

El glaucoma no conduce necesariamente a la ceguera.
El glaucoma produce pérdida visual también en estadios iniciales.
El mejor tratamiento es el diagnóstico precoz.

Los días posteriores a la cirugía

Durante los primeros días después de la cirugía, es habitual experimentar un aumento del lagrimeo, lo cual es una reacción natural del ojo a la intervención quirúrgica. La visión borrosa también puede ser frecuente en este período inicial, pero es reconfortante saber que esta condición suele mejorar de manera progresiva a medida que el ojo va sanando.

Es esencial guardar reposo estricto en los primeros días después de la cirugía. Esto se debe a que el reposo ayudará a prevenir sangrados o complicaciones, permitiendo que el ojo tenga el tiempo necesario para cicatrizar adecuadamente y que la presión intraocular se estabilice.

Además, es normal sentir cierta irritación ocular en los primeros días. Esto también puede ser consecuencia del proceso de cicatrización y es importante no frotarse el ojo operado, ya que esto podría retrasar la recuperación y aumentar el riesgo de infecciones.

¿Qué cuidados hay que tener después de una operación de glaucoma?

Después de someterse a una operación de glaucoma, es esencial seguir ciertos cuidados para asegurar una recuperación exitosa. Aunque no es necesario guardar reposo absoluto, es fundamental adherirse rigurosamente a las pautas proporcionadas por el especialista. Independientemente de la técnica quirúrgica empleada, estas son algunas de las recomendaciones clave a seguir durante el postoperatorio:

  • Evitar cualquier tipo de contacto con el ojo operado: Es crucial evitar tocar, frotar o presionar el ojo tratado para prevenir infecciones y daños en la zona intervenida.

  • No aplicar agua en el ojo operado: Durante el período de recuperación, se debe evitar mojar el ojo con agua o cualquier otra sustancia líquida para permitir una cicatrización adecuada.

  • Evitar levantar objetos pesados: Es recomendable evitar levantar cargas pesadas para evitar un aumento brusco de la presión intraocular, lo que podría interferir en la recuperación.

  • No inclinar el cuerpo ni agacharse: Durante las primeras etapas del postoperatorio, es importante evitar movimientos que generen una presión excesiva en el ojo tratado, como inclinarse o agacharse.

  • No conducir ni leer: En las primeras etapas del postoperatorio, la visión puede estar afectada y, por tanto, se debe evitar conducir y leer para evitar el esfuerzo ocular.

  • Seguir al pie de la letra las indicaciones médicas: Es fundamental seguir todas las recomendaciones del especialista. Esto incluye la aplicación de gotas oculares y medicamentos recetados para controlar la presión intraocular y reducir la inflamación.

  • Acudir a las citas de seguimiento: Es importante asistir a todas las citas de seguimiento programadas con el oftalmólogo para evaluar la evolución y asegurarse de que la recuperación esté progresando adecuadamente.

¿Cuándo se ven los resultados?

Una cirugía de glaucoma se considera exitosa cuando se logra mantener una presión intraocular normal y se recupera la agudeza visual del paciente durante un período aproximado de un año. Estadísticamente, entre el 70% y el 90% de los casos obtienen resultados satisfactorios.

Después de la cirugía, es normal experimentar ciertos cambios en la calidad visual, como visión borrosa, que pueden persistir durante unas seis semanas. Sin embargo, una vez transcurrido ese periodo, la visión generalmente volverá a alcanzar el mismo nivel que tenía antes de la operación. Es importante tener paciencia durante el proceso de recuperación y seguir las indicaciones médicas para obtener los mejores resultados visuales a largo plazo.

Cada paciente y situación de glaucoma es única, lo que implica que la elección de someterse a una cirugía debe hacerse en colaboración con un oftalmólogo especializado en glaucoma. Este profesional evaluará los riesgos y beneficios particulares de la cirugía para cada paciente en particular.

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