Pterigión del ojo

pterigion ocular en ojo

El pterigión del ojo es una afección ocular común, especialmente en personas que pasan mucho tiempo al aire libre, expuestas a la luz solar intensa y al viento. Se estima que entre el 5% y el 10% de la población mundial puede desarrollar pterigión, con mayor prevalencia en regiones tropicales y subtropicales.

El paciente de pterigión suele ser una persona entre 30 y 50 años, que pasa demasiado tiempo expuestos a los rayos ultravioletas del sol sin la protección ocular adecuada, sobre todo en aquellas zonas con aire, polvo y arena. De ahí, precisamente, que se conozca como ojo de surfista. Este crecimiento anormal de tejido en la conjuntiva suele afectar a personas que trabajan en exteriores, como agricultores, pescadores y aquellos en profesiones expuestas a elementos ambientales.

Aunque generalmente el pterigión no es peligroso, puede requerir tratamiento si causa molestias o afecta la visión. A continuación, el doctor Enrique Chipont, considerado como uno de los mejores oftalmólogos en Alicante, nos proporciona información detallada sobre las causas del pterigión, sus síntomas más comunes y las opciones de tratamiento disponibles para manejar esta afección ocular.

¿Qué es el pterigión?

El pterigion u ojo de surfista es el resultado de una sobre acumulación de tejido carnoso que aparece sobre la membrana que cubre la parte blanca del globo ocular. Es decir, sobre la conjuntiva del ojo.

Lo percibimos como un pequeño bulto sobre el globo ocular, generalmente cerca del lagrimal. Sin embargo, requiere atención porque, si no es tratado a tiempo, el pterigión puede extenderse y alcanzar la córnea. En ese caso, las consecuencias serán más graves. Y puede afectar a nuestra visión.

¿Es peligroso tener un pterigión en el ojo?

El pterigión, aunque generalmente no es peligroso, puede causar molestias y problemas visuales si no se trata adecuadamente. En la mayoría de los casos, se presenta como un crecimiento benigno y lento en la conjuntiva del ojo.

Sin embargo, si el pterigión crece lo suficiente como para invadir la córnea, puede distorsionar la visión y causar astigmatismo. Además, en casos severos, puede llevar a cicatrices corneales permanentes. Es importante vigilar su progreso y buscar tratamiento si empieza a afectar la visión o causar dolor significativo.

Diferencia entre pinguecula y pterigión

La pinguécula y el pterigión son ambas afecciones que afectan la conjuntiva del ojo, pero tienen diferencias clave. La pinguécula es un pequeño depósito amarillo de grasa o proteína que aparece en la conjuntiva cerca del borde de la córnea. Es una lesión benigna que generalmente no afecta la visión. Por otro lado, el pterigión es un crecimiento anormal de tejido conjuntival que puede extenderse sobre la córnea, potencialmente afectando la visión y causando síntomas más severos como enrojecimiento e irritación.

Mientras que la pinguécula rara vez requiere tratamiento, el pterigión puede necesitar intervención si progresa.

Diferencia entra catarata y pterigión

Las cataratas y el pterigión son condiciones oculares distintas que afectan diferentes partes del ojo. Las cataratas se desarrollan en el cristalino del ojo, causando opacidad que afecta la visión, especialmente en condiciones de poca luz. Esta afección es común en personas mayores y puede llevar a una pérdida de visión significativa si no se trata con cirugía.

El pterigión, en cambio, es un crecimiento anormal de tejido en la conjuntiva que puede invadir la córnea, pero no afecta el cristalino ni causa opacidad. Mientras que el pterigión puede distorsionar la visión y causar astigmatismo, las cataratas afectan la claridad de la visión desde dentro del ojo.

Tipos de pterigión ocular

La severidad del pterigión se mide según la cantidad de tejido afectado y la presencia de cicatrices. El pterigión ocular puede clasificarse según su tamaño y el grado de invasión en la córnea:

  • En sus etapas iniciales, el pterigión es pequeño y puede no causar síntomas significativos.
  • A medida que crece, puede abarcar una mayor área de la córnea, lo que podría distorsionar la visión y causar síntomas más severos como irritación y enrojecimiento.
  • El pterigión primario es el primer crecimiento de tejido en la conjuntiva que se extiende hacia la córnea. Si se trata o se elimina quirúrgicamente, puede volver a aparecer, lo que se conoce como pterigión recurrente.
  • El pterigión recurrente tiende a ser más agresivo y puede crecer más rápidamente que el primario, lo que a menudo requiere un seguimiento más riguroso y, en algunos casos, intervenciones adicionales para controlar su desarrollo.

Causas del pterigión en los ojos

El pterigión es una afección ocular que se desarrolla principalmente debido a la combinación de factores ambientales y predisposición genética.

Factores ambientales

El desarrollo del pterigión en los ojos está asociado con varios factores de riesgo, siendo la exposición prolongada al sol y al viento uno de los más significativos. La radiación ultravioleta (UV) del sol puede causar daños en la conjuntiva y desencadenar el crecimiento anormal de tejido.

La exposición constante al viento y a partículas de polvo puede irritar la superficie ocular, aumentando el riesgo de desarrollar pterigión. El pterigión es más prevalente en zonas tropicales y subtropicales, donde la exposición a la luz solar es intensa durante todo el año. El entorno geográfico y el estilo de vida de las personas que pasan mucho tiempo al aire libre, sin protección ocular adecuada, son factores clave en la aparición del pterigión.

Factores genéticos

Otra causa contribuyente es la predisposición genética, que puede hacer que algunas personas sean más susceptibles a esta afección. Si existe una historia familiar de pterigión, es más probable que otras personas en la misma familia lo desarrollen, incluso con niveles similares de exposición a factores de riesgo. Esto sugiere que ciertas características hereditarias, como la estructura del ojo o la respuesta inflamatoria, pueden influir en la susceptibilidad a esta afección.

Sequedad ocular

El ojo seco es un factor que puede contribuir al desarrollo y agravamiento del pterigión. Cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o las lágrimas no son de buena calidad, la superficie ocular se vuelve más vulnerable a irritaciones y daños.

La falta de lubricación adecuada puede provocar inflamación crónica, lo que facilita el crecimiento anormal del tejido conjuntival que caracteriza al pterigión. Además, la sequedad ocular agrava los síntomas del pterigión, como el enrojecimiento, la irritación y la sensación de cuerpo extraño en el ojo, aumentando la incomodidad del paciente.

Inflamación crónica del ojo

Cuando la superficie ocular está inflamada de manera persistente, se crean condiciones que favorecen el crecimiento anormal de tejido conjuntival. Esta inflamación puede ser provocada por diversas causas, como la exposición prolongada a irritantes ambientales (polvo, viento, humo) y la sequedad ocular. La inflamación constante daña la conjuntiva y estimula la proliferación celular, lo que facilita la formación y crecimiento del pterigión.

Esta inflamación puede empeorar los síntomas, como el enrojecimiento y la irritación, aumentando la severidad de la afección.

Síntomas del pterigión ocular

El pterigión en el ojo se manifiesta a través de una serie de síntomas que pueden variar en intensidad dependiendo del tamaño y progresión de la afección.

  • En sus etapas iniciales, el pterigión suele causar enrojecimiento e irritación en el ojo afectado. Esto se debe a la inflamación de la conjuntiva, que es el tejido donde comienza a desarrollarse el pterigión.
  • A medida que el pterigión crece, puede causar una sensación de cuerpo extraño en el ojo, como si hubiera algo atascado bajo el párpado. Este síntoma es especialmente molesto y puede interferir con las actividades diarias del paciente.
  • Otro síntoma común es la sequedad ocular. El pterigión interfiere con la distribución normal de la película lagrimal sobre la superficie del ojo, lo que puede llevar a una sensación de sequedad o picazón.
  • En casos más avanzados, cuando el pterigión invade la córnea, puede provocar distorsión visual. Esto ocurre porque el tejido en crecimiento cambia la forma de la córnea, causando astigmatismo, lo que resulta en una visión borrosa o distorsionada.
  • En etapas avanzadas, el pterigión puede llegar a cubrir la pupila, afectando significativamente la visión del paciente y causando una pérdida de claridad visual.
  • El pterigión puede desencadenar episodios recurrentes de inflamación, donde el ojo se vuelve extremadamente rojo y sensible, especialmente cuando está expuesto a factores ambientales como el viento, la luz solar o el polvo.

Es importante destacar que los síntomas del pterigión tienden a empeorar con la exposición continua a los factores de riesgo, por lo que el tratamiento temprano y la protección ocular adecuada son cruciales para controlar la afección y minimizar sus impactos en la visión y la calidad de vida del paciente.

Diagnóstico del ojo del surfista o pterigión

El diagnóstico del pterigión, comúnmente conocido como «ojo del surfista», se realiza mediante un examen ocular completo. Las pruebas más habituales para detectar el pterigión incluyen:

Examen con lámpara de hendidura

Es la prueba más común y fundamental para diagnosticar el pterigión. Esta herramienta permite al oftalmólogo examinar la superficie del ojo bajo un alto nivel de ampliación y luz intensa.

Durante el examen, el médico evalúa la conjuntiva y la córnea en busca de tejido anormal característico del pterigión. La lámpara de hendidura proporciona una vista detallada, permitiendo al especialista medir con precisión el tamaño y la extensión del pterigión, así como determinar si ha comenzado a invadir la córnea.

Este examen también ayuda a detectar cualquier inflamación o vascularización en el área afectada, lo que es crucial para el diagnóstico y la planificación del tratamiento.

Medición de la agudeza visual

Es otra de las pruebas oftalmológicas más importantes para evaluar el impacto del pterigión en la visión del paciente. Esta prueba determina qué tan bien puede ver el paciente, tanto de cerca como de lejos, y si el pterigión está causando alguna distorsión visual, como el astigmatismo.

El pterigión, al alterar la forma de la córnea, puede provocar cambios en la visión que esta prueba ayuda a cuantificar. Los resultados de la agudeza visual son esenciales para decidir si el pterigión debe tratarse quirúrgicamente o si puede manejarse con métodos menos invasivos.

Topografía corneal

La topografía corneal es una prueba avanzada que se utiliza para mapear la curvatura de la córnea. Esta prueba es particularmente útil en casos de pterigión avanzado, donde se sospecha que el crecimiento del tejido ha alterado la forma de la córnea.

La topografía corneal crea un mapa tridimensional detallado de la superficie de la córnea, mostrando cualquier irregularidad que pueda estar afectando la visión. Este mapa es crucial para planificar procedimientos quirúrgicos, ya que ayuda a los cirujanos a entender la magnitud del impacto del pterigión en la córnea y a determinar la mejor manera de restaurar la visión.

Tratamiento del pterigión

El método para curar el pterigión varía según la severidad de la afección y los síntomas que presente el paciente.

En sus etapas iniciales, cuando el pterigión es pequeño y no afecta la visión, el enfoque principal es aliviar los síntomas y prevenir su progresión. Sin embargo, si el pterigión crece y comienza a invadir la córnea o causar molestias significativas, la cirugía puede ser necesaria.

Es importante tratar el pterigión de manera oportuna para evitar complicaciones mayores, como la distorsión visual o la cicatrización corneal.

Gotas para tratar el pterigión

En muchos casos, el primer enfoque para tratar el pterigión es el uso de colirios y lubricantes oculares. Estos productos están diseñados para mantener el ojo hidratado y reducir la irritación causada por el crecimiento del pterigión.

Los colirios antiinflamatorios, como los que contienen corticosteroides, pueden ser utilizados bajo supervisión médica para disminuir la inflamación y aliviar el enrojecimiento. Aunque estos tratamientos no eliminan el pterigión, pueden mejorar significativamente los síntomas y hacer que el paciente se sienta más cómodo.

Además de los colirios, es fundamental implementar medidas preventivas para reducir la progresión del pterigión. Como el uso constante de gafas de sol que bloqueen los rayos ultravioletas (UV).

Operación del pterigión

Cuando el pterigión progresa hasta un punto donde afecta la visión o causa molestias significativas, la cirugía se convierte en una opción necesaria. La cirugía del pterigión se recomienda en casos donde el tejido ha invadido la córnea central, alterando la visión, o cuando el pterigión ha crecido de manera que el tratamiento conservador ya no es efectivo.

La cirugía también se considera si el paciente experimenta inflamación recurrente o si el pterigión está causando un cambio significativo en la forma de la córnea, lo que puede llevar a astigmatismo.

Existen varios procedimientos quirúrgicos comunes para tratar el pterigión. Uno de los métodos más utilizados es la escisión simple, donde el tejido afectado se retira cuidadosamente del ojo. Sin embargo, este enfoque tiene un alto riesgo de recurrencia.

Para reducir este riesgo, muchos cirujanos prefieren la escisión con injerto conjuntival autólogo, donde se trasplanta un pequeño fragmento de conjuntiva sana del mismo ojo para cubrir el área donde se eliminó el pterigión. Este método ha demostrado ser más efectivo en la prevención de la recurrencia del pterigión.

¿Cómo queda el ojo después de una cirugía de pterigión?

Después de la operación, es crucial seguir un cuidado postoperatorio adecuado. El oftalmólogo puede recetar colirios antibióticos y antiinflamatorios para prevenir infecciones y reducir la inflamación.

Es importante evitar la exposición directa al sol y a factores ambientales adversos durante el período de recuperación. La mayoría de los pacientes pueden esperar una recuperación completa en unas pocas semanas, aunque es esencial asistir a todas las consultas de seguimiento para asegurar que el ojo se esté curando correctamente.

Después de una cirugía refractiva de pterigión, es normal que el ojo presente enrojecimiento y sensibilidad durante las primeras semanas. Estos síntomas disminuyen gradualmente a medida que el ojo se recupera. El uso de colirios recetados ayuda a controlar la inflamación y a acelerar el proceso de curación. Es común que el ojo operado se vea más claro y menos irritado después de la recuperación, mejorando significativamente la apariencia y el confort ocular del paciente.

Durante el período de recuperación, se recomienda el uso de gafas de sol para proteger al ojo de la luz solar y resguardarlo de factores ambientales como el viento y el polvo, que podrían irritar el área quirúrgica.

Finalmente, realizar cambios en el estilo de vida puede ser crucial para reducir el riesgo de recurrencia del pterigión. Evitar la exposición prolongada a la luz solar intensa y utilizar protección ocular adecuada en todo momento son medidas clave. Además, mantener los ojos hidratados con el uso regular de lágrimas artificiales puede ayudar a prevenir la sequedad ocular, que es un factor de riesgo para la recurrencia del pterigión.

Con estas precauciones, la mayoría de los pacientes pueden disfrutar de una recuperación exitosa y evitar de que el pterigión en el ojo vuelva a aparecer.

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