Ejercicios y alimentos prohibidos para prevenir el glaucoma

Ejercicios y alimentos prohibidos para prevenir el glaucoma

Más allá del tratamiento médico, existen alimentos y ejercicios prohibidos para prevenir el glaucoma o, al menos, evitar que avance más rápido. Conocerlos y adoptar buenos hábitos puede ayudarte a proteger tu vista a largo plazo.

El glaucoma es una enfermedad ocular silenciosa que afecta a millones de personas en todo el mundo, y una de las principales causas de ceguera irreversible. Abordarlo de forma efectiva implica una combinación entre el seguimiento oftalmológico, el uso de colirios o cirugías cuando sea necesario, y una serie de cuidados diarios que favorezcan la salud visual.

A continuación, explicamos qué prácticas evitar y cuáles incorporar a tu rutina si quieres prevenir el glaucoma o convivir mejor con esta patología visual.

¿Cómo afectan los hábitos diarios al glaucoma?

Aunque el tratamiento médico es la base para controlar esta enfermedad, los hábitos cotidianos también influyen de forma significativa en la evolución del glaucoma ocular. Desde la alimentación hasta la calidad del sueño o el tipo de ejercicio físico que se realiza, cada aspecto del estilo de vida puede sumar o restar en el objetivo de mantener la presión intraocular dentro de niveles seguros.

Adoptar un estilo de vida saludable puede ayudar, aunque no sustituye en ningún caso el tratamiento oftalmológico del glaucoma. Estos ajustes en el día a día no curan, pero sí ayudan a retrasar su progresión y mejorar la calidad de vida del paciente a largo plazo.

Glaucoma y alimentación: lo que ayuda y lo que perjudica

La dieta es un pilar clave para cualquier persona con riesgo de desarrollar glaucoma o que ya ha sido diagnosticada. Aunque ningún alimento por sí solo cura la enfermedad, seguir una alimentación adecuada puede contribuir a reducir la presión intraocular.

Alimentos que mejoran la presión ocular

Existen alimentos que, por su composición nutricional, ayudan a favorecer la circulación sanguínea, reducir la inflamación y mantener una presión ocular más estable. Entre ellos destacan:

  • Frutas y verduras frescas, especialmente las de hoja verde (como espinacas o acelgas), ricas en luteína y zeaxantina, dos antioxidantes clave para la salud ocular.
  • Alimentos con bajo índice glucémico y alto contenido en fibra, como los cereales integrales, las legumbres y los frutos secos. Estas opciones ayudan a mantener equilibrados los niveles de azúcar en sangre, lo que indirectamente puede beneficiar la salud del nervio óptico.
  • Una buena hidratación diaria también es importante, siempre que se reparta el consumo de agua a lo largo del día.

Alimentos prohibidos para personas con glaucoma

Al igual que hay alimentos que ayudan, existen otros que pueden empeorar el glaucoma o favorecer la elevación de la presión ocular.

  • Uno de los principales enemigos es el exceso de sal, ya que puede aumentar la retención de líquidos y elevar la presión arterial, lo que repercute negativamente en la circulación ocular.
  • Debe limitarse el consumo de azúcares refinados y harinas procesadas, que pueden generar picos de glucosa y estrés oxidativo.
  • Otro producto a vigilar es la cafeína, especialmente en personas sensibles. El consumo elevado de café puede provocar un aumento transitorio de la presión intraocular, sobre todo si se toma en grandes cantidades o en poco tiempo.
  • Los alimentos ultraprocesados y las grasas trans también deben evitarse, ya que contribuyen al deterioro vascular y a la inflamación general del organismo.

¿Qué papel tienen los antioxidantes y el omega 3?

Los antioxidantes juegan un papel fundamental en la prevención del daño oxidativo sobre el nervio óptico. Las vitaminas A, C, E y el zinc ayudan a proteger las células de la retina y a mejorar la resistencia del tejido ocular frente al estrés oxidativo. Incorporar alimentos como:

  • Zanahorias
  • Arándanos
  • Brócoli
  • Tomate
  • Té verde

Por su parte, los ácidos grasos omega 3, tienen propiedades antiinflamatorias que también benefician la presión ocular y la salud vascular del ojo. Incluirlos regularmente en la dieta es una estrategia efectiva para complementar el tratamiento del glaucoma desde un enfoque nutricional:

  • Salmón
  • Sardinas
  • Nueces
  • Aceite de oliva virgen extra

Ejercicios prohibidos con glaucoma

El ejercicio físico es un hábito saludable, pero cuando se tiene glaucoma no todas las actividades son recomendables.

Actividades físicas que aumentan la presión ocular

Existen ciertos ejercicios que, por la postura o el esfuerzo que implican, pueden elevar temporalmente la presión ocular. Es el caso del levantamiento de pesas, especialmente con cargas altas y técnicas de contención de la respiración, que aumentan la presión dentro del ojo y pueden resultar perjudiciales en personas con glaucoma no controlado.

También deben evitarse actividades que requieran mantener la cabeza en posiciones invertidas durante tiempo prolongado. Estas posiciones dificultan el drenaje del humor acuoso y pueden causar picos de presión intraocular que, repetidos en el tiempo, afecten al nervio óptico.

Ejercicio moderado que sí ayuda a prevenir el glaucoma

A pesar de las restricciones, actividades como caminar, nadar, hacer bicicleta estática o bailar de forma suave ayudan a mejorar la circulación sanguínea ocular y a reducir la presión intraocular de forma natural, siempre que se realicen con regularidad y bajo control médico.

Además, disciplinas como el yoga suave o el tai chi, centradas en la respiración y la relajación, pueden ser muy beneficiosas para reducir el estrés, otro factor que puede influir negativamente en la salud ocular.

Deportes que deben evitarse por riesgo de traumatismos

Las personas con glaucoma deben evitar los deportes de contacto o aquellos en los que exista un alto riesgo de traumatismos en la cabeza o los ojos. Disciplinas como el boxeo, fútbol, rugby o baloncesto pueden suponer un peligro si se recibe un golpe directo que comprometa la presión ocular o dañe estructuras internas del ojo.

También se deben extremar las precauciones en deportes como el esquí, ciclismo de montaña o squash, donde las caídas o impactos accidentales pueden provocar complicaciones serias.

Otros hábitos que pueden empeorar el glaucoma

Más allá de la alimentación o el ejercicio, hay hábitos cotidianos que muchas personas no relacionan con el glaucoma y que, sin embargo, pueden favorecer el aumento de la presión ocular o el deterioro del nervio óptico.

Dormir boca abajo o sobre el ojo afectado

La posición al dormir influye directamente en la presión intraocular. Dormir boca abajo o apoyar la cabeza sobre el ojo afectado durante varias horas puede provocar un aumento sostenido de la presión en ese ojo, dificultando el drenaje del humor acuoso y acelerando la progresión del glaucoma. Esta presión adicional, aunque leve, mantenida noche tras noche, puede tener consecuencias a medio y largo plazo.

Lo más recomendable para pacientes con glaucoma es dormir boca arriba, con una almohada ligeramente elevada (unos 10-15 cm), para favorecer la circulación ocular y evitar compresiones innecesarias.

Tabaco y glaucoma: una relación peligrosa

El tabaco es perjudicial para la salud ocular en general, pero en el caso del glaucoma, su impacto es especialmente preocupante. Fumar favorece el estrés oxidativo y la degeneración de los vasos sanguíneos, lo que puede comprometer aún más el riego del nervio óptico, ya afectado por la presión intraocular elevada. Diversos estudios han demostrado que los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar glaucoma y de sufrir una evolución más agresiva.

Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que puede tomar un paciente con esta enfermedad, no solo por sus ojos, sino por su salud general.

Apnea del sueño y su relación con el glaucoma

La apnea del sueño es un trastorno respiratorio que interrumpe la oxigenación durante el descanso nocturno, y se ha vinculado en múltiples estudios con un mayor riesgo de desarrollar glaucoma. Las pausas respiratorias frecuentes provocan hipoxia intermitente, lo que puede dañar el nervio óptico incluso en ausencia de una presión intraocular elevada.

Por eso, si un paciente con glaucoma también padece apnea, o presenta síntomas como ronquidos intensos o somnolencia diurna, es crucial realizar una valoración conjunta con un especialista en sueño. Tratar ambos problemas de forma coordinada puede marcar una gran diferencia en la evolución visual.

 

alimentos y actividades a evitar o incorporar si tienes glaucoma

Cómo prevenir el glaucoma con Oftálica

Sabemos que la prevención es la mejor herramienta frente al glaucoma. Por eso, te ofrecemos un enfoque integral que combina diagnóstico precoz, seguimiento personalizado y educación sobre hábitos que ayudan a cuidar tu visión.

Si tienes antecedentes familiares, factores de riesgo o simplemente quieres asegurarte de que tu salud ocular está bajo control, pide cita con nuestro equipo. Te acompañaremos en cada paso para proteger tu vista hoy y en el futuro.

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