La hipermetropía, astigmatismo y miopía son los tres defectos visuales más frecuentes en la población. Todos ellos afectan la forma en que el ojo enfoca las imágenes, pero lo hacen de manera distinta: algunas personas ven borroso de cerca, otras de lejos y otras notan una distorsión general de los objetos. Estos errores de refracción pueden presentarse por separado o incluso aparecer juntos, lo que complica la visión y requiere una corrección óptica específica.
Entender las diferencias entre hipermetropía, astigmatismo y miopía es esencial para identificar sus síntomas y encontrar el tratamiento más adecuado. A continuación, te explicamos de forma clara cómo se origina cada uno de estos problemas visuales, qué soluciones existen y cómo mejorar tu calidad de vida con una visión más nítida y cómoda.
¿Qué son los defectos refractivos de la vista?
Los defectos refractivos de la vista son alteraciones en la forma del ojo que impiden que la luz se enfoque correctamente sobre la retina. En un ojo sano, los rayos de luz atraviesan la córnea y el cristalino, y convergen en un punto exacto de la retina para formar una imagen nítida. Cuando la curvatura del ojo o su longitud axial se alteran, la luz se proyecta delante o detrás de la retina, provocando visión borrosa, distorsionada o falta de nitidez a determinadas distancias.
Estos defectos no son enfermedades oculares, sino variaciones en la anatomía del ojo. Las más comunes son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, que pueden aparecer desde la infancia o desarrollarse con los años. En la mayoría de los casos, se corrigen fácilmente con gafas, lentillas o cirugía refractiva, permitiendo recuperar una visión clara y precisa.
Diferencias entre hipermetropía, astigmatismo y miopía
Aunque los tres son defectos refractivos de la vista, la hipermetropía, el astigmatismo y la miopía afectan la visión de formas distintas. La diferencia principal radica en cómo se enfoca la luz dentro del ojo y, por tanto, en la distancia a la que los objetos se ven con nitidez. En términos generales:
- En la miopía, la imagen se forma delante de la retina, lo que provoca dificultad para ver de lejos.
- En la hipermetropía, la luz se enfoca detrás de la retina, dificultando la visión de cerca.
- En el astigmatismo, la luz no se concentra en un solo punto, sino en varios, lo que genera distorsión o desenfoque a todas las distancias.
A continuación, te explicamos las diferencias más comunes entre cada uno de ellos.

Diferencia entre astigmatismo e hipermetropía
El astigmatismo y la hipermetropía pueden coexistir en un mismo ojo, pero no son lo mismo.
- En el astigmatismo, la córnea o el cristalino tienen una forma irregular, más ovalada que redonda, lo que provoca que la luz se disperse y las imágenes se vean deformadas o alargadas.
- En la hipermetropía, el globo ocular es más corto o la córnea demasiado plana, lo que hace que la luz se enfoque detrás de la retina, generando visión borrosa de cerca.
Ambos pueden provocar fatiga ocular y dolores de cabeza, pero en el astigmatismo la distorsión afecta a todas las distancias, mientras que en la hipermetropía los problemas se concentran en la visión próxima.
Diferencia entre hipermetropía y miopía
La hipermetropía y la miopía son defectos opuestos.
- En la miopía, el ojo es más largo de lo normal o la córnea tiene demasiada curvatura. Por ello, los rayos de luz se enfocan antes de llegar a la retina, lo que provoca que los objetos lejanos se vean borrosos.
- En la hipermetropía, sucede lo contrario: el ojo es más corto o la córnea más plana, por lo que la luz se enfoca detrás de la retina, causando dificultad para ver de cerca.
Mientras el miope necesita corrección para actividades lejanas (como conducir o ver una pantalla), el hipermétrope la requiere para tareas cercanas (como leer o escribir).
Diferencia entre miopía y astigmatismo
Aunque ambos provocan visión borrosa, sus causas son distintas:
- La miopía depende de la longitud axial del ojo o de una curvatura corneal excesiva, que impide enfocar bien los objetos lejanos.
- El astigmatismo, en cambio, se debe a una curvatura irregular de la córnea o el cristalino, lo que genera imágenes deformadas o duplicadas, tanto de cerca como de lejos.
En resumen, la miopía afecta principalmente la visión lejana, mientras que el astigmatismo altera la nitidez general y puede coexistir con miopía o hipermetropía, haciendo que la corrección visual sea más específica y personalizada.
¿Pueden darse juntos la hipermetropía, el astigmatismo y la miopía?
Aunque parezca contradictorio, sí es posible que una persona presente más de un defecto refractivo a la vez. El ojo humano es una estructura compleja, y pequeñas variaciones en su forma o curvatura pueden generar combinaciones entre hipermetropía, astigmatismo y miopía, afectando la forma en que se enfoca la luz sobre la retina. Estas alteraciones provocan que la visión sea borrosa, distorsionada o poco nítida a distintas distancias.
La coexistencia de varios errores de refracción es más habitual de lo que parece, y requiere un diagnóstico oftalmológico preciso para definir la graduación exacta de cada problema visual y ofrecer una corrección personalizada mediante gafas, lentillas o cirugía refractiva.
Combinaciones más frecuentes de defectos visuales
Las combinaciones más comunes suelen darse entre:
- Astigmatismo y miopía → producen visión borrosa y deformada, sobre todo de lejos.
- Astigmatismo e hipermetropía → generan dificultad para enfocar objetos cercanos y cierta distorsión en las líneas o letras.
- Astigmatismo mixto → una combinación en la que un eje del ojo es miope y el otro hipermétrope, provocando visión irregular tanto de cerca como de lejos.
Cada una de estas combinaciones requiere un tipo de corrección diferente.
Síntomas cuando coexisten varios errores de refracción
Cuando la hipermetropía, el astigmatismo y la miopía aparecen juntos, los síntomas pueden variar según la intensidad de cada uno, pero los más comunes son:
- Visión borrosa tanto de cerca como de lejos.
- Dificultad para leer o enfocar en pantallas.
- Fatiga ocular constante, especialmente al final del día.
- Dolores de cabeza o presión ocular tras realizar tareas visuales prolongadas.
- Problemas de concentración y percepción distorsionada de las formas o las distancias.
En estos casos, la corrección debe ser totalmente personalizada, ya que una graduación inadecuada puede acentuar los síntomas. En Oftálica, nuestros especialistas realizan un estudio refractivo completo para determinar el tipo y grado exacto de cada defecto visual, garantizando un tratamiento eficaz y una visión más nítida.
Tratamientos para la hipermetropía, astigmatismo y miopía
Dependen del tipo de defecto refractivo, su grado y si se presentan por separado o combinados. El objetivo es siempre ofrecer una visión nítida y estable, adaptando la solución más adecuada para cada paciente.
Gafas
Las gafas graduadas son la forma más común y sencilla de corregir estos defectos visuales.
- En el caso de la miopía, se emplean lentes cóncavas (con signo negativo), que desvían la luz hacia atrás para que enfoque sobre la retina.
- Para la hipermetropía, se usan lentes convexas (con signo positivo), que ayudan a que los rayos de luz converjan correctamente.
- Y en el astigmatismo, se utilizan lentes tóricas, diseñadas con diferentes curvaturas según el eje del ojo afectado.
Cuando coexisten varios defectos visuales, se fabrican lentes combinadas con distintas graduaciones en un mismo cristal, ajustadas milimétricamente a las necesidades de cada ojo. Los avances actuales en óptica permiten lograr una visión cómoda, natural y sin distorsiones, incluso en graduaciones altas o mixtas.
Lentillas personalizadas
Las lentillas son una alternativa cómoda y estética a las gafas, especialmente recomendadas para personas activas o con diferencias de graduación entre ambos ojos. En casos de miopía, hipermetropía y astigmatismo combinados, se utilizan lentillas tóricas personalizadas, que corrigen simultáneamente los diferentes ejes de curvatura y potencia refractiva del ojo.
Existen también lentillas multifocales, ideales para pacientes que necesitan una buena visión tanto de cerca como de lejos, o lentes rígidas permeables al gas, muy precisas para corregir astigmatismos elevados. En Oftálica realizamos un estudio topográfico corneal individualizado para adaptar la lente más adecuada a cada paciente.
Cirugías
La cirugía refractiva con láser (como LASIK, PRK o SMILE) es una de las opciones más efectivas para quienes desean corregir permanentemente su visión y reducir la dependencia de gafas o lentillas. Estos procedimientos remodelan la córnea para modificar su curvatura y permitir que la luz se enfoque correctamente sobre la retina.
En casos de graduaciones muy altas o córneas no aptas para láser, se pueden implantar lentes intraoculares (ICL o multifocales), que actúan como una lente natural adicional dentro del ojo, ofreciendo una visión clara y estable a todas las distancias.

¿Es posible corregir los tres defectos con una sola operación en Oftálica?
Sí, en la mayoría de los casos es posible corregir la hipermetropía, el astigmatismo y la miopía en una sola intervención, gracias a las técnicas refractivas de última generación. La elección del método dependerá del grosor corneal, la graduación y la salud ocular del paciente.
En Oftálica, siempre realizamos un estudio preoperatorio completo y personalizado para determinar la técnica más segura y eficaz en cada caso. Nuestro equipo de especialistas cuenta con una amplia experiencia en cirugía láser y lentes intraoculares, garantizando una corrección precisa y resultados visuales excelentes a largo plazo.
Somos especialistas en el diagnóstico y tratamiento de los principales defectos visuales: hipermetropía, astigmatismo y miopía.




