La diferencia entre hipermetropía y presbicia es una de las dudas más frecuentes entre los pacientes que comienzan a notar dificultad para leer o enfocar los objetos cercanos. Ambas condiciones provocan visión borrosa de cerca, pero no son lo mismo.
Mientras que la hipermetropía puede estar presente desde el nacimiento o desarrollarse a cualquier edad, la presbicia, también conocida como “vista cansada”, aparece de forma natural a partir de los 40 años debido al envejecimiento del cristalino.
Comprender la diferencia entre presbicia e hipermetropía es fundamental para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados. Aunque los síntomas puedan parecer similares, sus causas, evolución y opciones de corrección son distintas.
¿Es lo mismo hipermetropía y presbicia?
Aunque la hipermetropía y la presbicia se confunden con frecuencia, no son la misma alteración visual. Ambas provocan dificultad para ver de cerca, pero su origen y evolución son completamente diferentes.
La hipermetropía se debe a una alteración anatómica del ojo (ya sea por una forma más corta del globo ocular o por una córnea más plana), mientras que la presbicia aparece con la edad, cuando el cristalino pierde flexibilidad y deja de enfocar correctamente los objetos cercanos.
Aun así, existen varios aspectos en común entre ambas afecciones, lo que explica por qué tantos pacientes tienden a confundirlas:
- Dificultad para ver de cerca: en ambos casos, los objetos próximos se perciben borrosos o desenfocados.
- Necesidad de alejar los textos o pantallas: tanto hipermétropes como présbitas tienden a alejar los objetos para enfocar mejor.
- Fatiga visual: el esfuerzo de enfoque genera cansancio ocular, pesadez en los párpados o dolor de cabeza tras actividades prolongadas.
- Mayor dificultad con poca luz: leer o realizar tareas cercanas en entornos con iluminación débil resulta especialmente complicado.
- Necesidad de corrección óptica: ambos problemas pueden solucionarse con gafas o lentes de contacto adecuadas, aunque los diseños y graduaciones son distintos.
- Mejoran con cirugía refractiva: tanto la hipermetropía como la presbicia pueden tratarse mediante procedimientos quirúrgicos personalizados.
¿Cómo diferenciar entre presbicia e hipermetropía?
Existen diferencias clave que permiten distinguir una de otra. La forma en que surgen, evoluciona y afectan la visión permite al oftalmólogo determinar cuál es la causa real del problema y aplicar el tratamiento más adecuado.
Edad de aparición
La edad de aparición es el factor más evidente para distinguir entre ambas afecciones.
- La hipermetropía puede estar presente desde el nacimiento o desarrollarse en la juventud. En los niños, suele compensarse de manera natural gracias a la capacidad del ojo para enfocar; en adultos, esta capacidad disminuye y los síntomas se hacen más evidentes.
- La presbicia, en cambio, aparece de forma progresiva a partir de los 40 años. No depende de la forma del ojo, sino del envejecimiento del cristalino, un proceso natural que afecta a toda la población.
Si la dificultad para ver de cerca surge antes de los 40, probablemente se trate de hipermetropía; si aparece después, es muy posible que sea presbicia.
Causas de cada condición
Las causas también son diferentes:
- En la hipermetropía, el problema está en la anatomía del ojo. El globo ocular es más corto o la córnea tiene una curvatura demasiado plana, de modo que la luz se enfoca detrás de la retina en lugar de sobre ella.
- En la presbicia, el origen es fisiológico y se debe a la pérdida de elasticidad del cristalino con el paso del tiempo. Este lente natural del ojo deja de cambiar de forma para enfocar los objetos cercanos, provocando el típico síntoma de tener que alejar los textos o el móvil.
Por tanto, mientras la hipermetropía es un defecto refractivo estructural, la presbicia es un proceso degenerativo asociado a la edad.
Síntomas y cómo afectan la visión
A pesar de su parecido, los síntomas visuales presentan matices que ayudan a diferenciarlas:
- En la hipermetropía, la visión de lejos suele ser buena, pero la de cerca se vuelve borrosa. El esfuerzo constante por enfocar puede causar fatiga visual, dolor de cabeza o lagrimeo. En casos más severos, también puede afectarse la visión lejana.
- En la presbicia, el paciente nota principalmente dificultad para leer letras pequeñas o usar el móvil a corta distancia, incluso con buena iluminación. Suele mejorar al alejar el objeto, pero empeora con el cansancio o la poca luz.
Ambas pueden coexistir en una misma persona, por lo que es fundamental una revisión oftalmológica para determinar su origen exacto y aplicar el tratamiento adecuado.

¿Cómo saber si tengo hipermetropía o presbicia?
Distinguir entre hipermetropía y presbicia no siempre es sencillo. Sin embargo, un examen oftalmológico completo puede determinar con precisión cuál de las dos afecciones está afectando la visión.
Diagnóstico de la hipermetropía
Se realiza mediante un examen de refracción completo, en el que se mide cómo el ojo enfoca la luz sobre la retina. Para obtener una medición precisa, el oftalmólogo puede aplicar gotas cicloplejicas, que relajan temporalmente la acomodación del ojo y permiten conocer el grado real del defecto visual.
Se complementa con pruebas de agudeza visual, retinoscopia y autorrefractometría, que evalúan la potencia del ojo y su capacidad para enfocar a diferentes distancias. Estas pruebas ayudan a determinar si la hipermetropía es leve, moderada o alta, y a establecer la corrección óptica más adecuada mediante gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva.
Diagnóstico de la presbicia
Se detecta fácilmente durante una evaluación estándar de la visión cercana. El especialista analiza la capacidad del paciente para leer textos o enfocar objetos pequeños a diferentes distancias. Si el paciente necesita alejar el texto o nota visión borrosa a menos de 40 centímetros, suele ser un signo claro de presbicia.
También se evalúa el estado del cristalino y su capacidad de acomodación. En algunos casos, pueden realizarse pruebas adicionales para descartar la coexistencia con otros defectos refractivos.
¿Cuándo consultar a un oftálmologo?
Se recomienda acudir al oftalmólogo ante cualquier dificultad para ver de cerca, especialmente si los síntomas aparecen de forma progresiva o interfieren en las actividades diarias. Otros signos de alerta incluyen fatiga visual, visión borrosa intermitente, dolor de cabeza o necesidad de alejar los objetos para leer.
Comparación de tratamientos para hipermetropía y presbicia
Los tratamientos para corregirlas son diferentes. La elección depende del origen del problema y de las necesidades visuales de cada paciente. Gracias a los avances en óptica y cirugía refractiva, hoy es posible recuperar una visión nítida y confortable adaptando el tratamiento a cada situación.
Soluciones ópticas
Las gafas y lentillas continúan siendo el método más común y seguro para corregir ambos defectos visuales.
- En la hipermetropía, se utilizan lentes convexas (positivas), que ayudan a enfocar la luz directamente sobre la retina y mejorar la visión cercana.
- En la presbicia, se prescriben gafas progresivas, bifocales o lentes específicas para lectura, que permiten ver correctamente a distintas distancias sin necesidad de cambiar de montura.
En pacientes que presentan hipermetropía y presbicia al mismo tiempo, las lentes progresivas o multifocales ofrecen una solución combinada que facilita el enfoque tanto de cerca como de lejos, proporcionando comodidad visual durante todo el día.
Cirugía refractiva para corregir la hipermetropía y la presbicia
Es una alternativa eficaz para quienes desean reducir o eliminar su dependencia de las gafas o lentillas.
- En la hipermetropía, los procedimientos más habituales son el LASIK o el PRK, que remodelan la córnea para mejorar el enfoque de la luz sobre la retina. En casos de mayor graduación o córneas finas, puede optarse por el implante de lentes intraoculares (ICL).
- En la presbicia, el tratamiento más avanzado consiste en la implantación de lentes multifocales o trifocales, que sustituyen el cristalino envejecido y permiten ver con nitidez a todas las distancias. También puede aplicarse la técnica de monovisión, donde un ojo se ajusta para visión lejana y el otro para visión cercana.
En Oftálica, nuestros especialistas valoran de forma personalizada cada caso para determinar qué técnica es la más adecuada, priorizando siempre la seguridad, la precisión y la satisfacción visual del paciente.
Cuidados y seguimiento post-tratamiento
Tras cualquier corrección óptica o quirúrgica, es fundamental realizar revisiones oftalmológicas periódicas. Estas permiten comprobar la estabilidad de la visión, la adaptación a las lentes o el resultado de la cirugía. En el caso de procedimientos refractivos, los controles programados aseguran una recuperación rápida y sin complicaciones.
El seguimiento ayuda a detectar a tiempo cualquier cambio en la graduación o aparición de nuevos síntomas visuales, especialmente a partir de los 40 años, cuando la presbicia tiende a progresar.
Oftálica: especialistas en hipermetropía y presbicia
Contamos con un equipo de oftalmólogos especializados en el diagnóstico y tratamiento tanto de la hipermetropía como de la presbicia, dos de los problemas visuales más comunes en la población adulta. Ofrecemos soluciones personalizadas para cada paciente, adaptadas a su edad, estilo de vida y necesidades visuales.
Nuestro objetivo es que recuperes una visión nítida y cómoda a cualquier distancia, sin depender de gafas ni lentillas si así lo deseas.




