¿Es malo tener los ojos amarillos?

¿Es malo tener los ojos amarillos?

Los ojos amarillos, también conocida como ictericia ocular, es un síntoma que se puede asociar a diferentes afecciones hepáticas, biliares o sanguíneas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 325 millones de personas en el mundo padecen hepatitis viral, una de las principales causas de que los ojos se vuelvan amarillos. 

La ictericia neonatal afecta al 60% de los recién nacidos a término y hasta el 80% de los prematuros, aunque en la mayoría de los casos es temporal y benigna. Sin embargo, cuando se trata de adultos, la cosa cambia. Puede ser una señal de alerta que requiere una evaluación médica por especialistas como los de la Clínica Oftálica

¿Qué significa tener los ojos amarillos?

Cuando nuestros ojos empiezan a desarrollar un color amarillo, significa que tenemos un exceso de bilirrubina en nuestro organismo. Esto puede estar ligado a diversos problemas de salud, especialmente aquellos que afectan a nuestro hígado o a la vesícula biliar. 

Cuando nos encontramos en una de estas situaciones, es importante hacerse pruebas oftalmológicas y de salud para identificar la causa subyacente y buscar el tratamiento adecuado. 

Causas comunes de los ojos amarillentos

La coloración amarillenta de los ojos puede ser causada por:

Ictericia relacionada con el hígado

Una de las causas principales de un color amarillo en los ojos son las afecciones hepáticas, como la hepatitis y la cirrosis. Estas pueden interferir en la capacidad del hígado para procesar y eliminar la bilirrubina, acumulándose en la sangre. 

Problemas en la vesícula biliar o conductos biliares

Otras de las causas es la obstrucción de los conductos biliares, impidiendo el flujo normal de la bilis desde el hígado hacia el intestino. Esto provoca una acumulación de bilirrubina en la sangre, resultado en ictericia. 

Anemia hemolítica

En esta condición, los glóbulos rojos se destruyen más rápidamente de lo que el cuerpo puede reemplazarlos. La descomposición acelerada de los glóbulos rojos libera grandes cantidades de bilirrubina, que el hígado no puede procesar eficientemente.

Síndrome de Gilbert

Las personas con este síndrome pueden experimentar episodios ocasionales de ictericia, especialmente durante períodos de estrés, ejercicio intenso o enfermedad.

Reacciones a medicamentos o toxinas

Hay algunos medicamos que también pueden producir ese amarillento en nuestros ojos, como la eritromicina, esteroides anabólicos y algunos analgésicos.

Síntomas asociados a los ojos amarillos

Además de la coloración amarillenta de los ojos, la ictericia puede acompañarse de otros síntomas que ayudan a identificar su causa subyacente:

  • Coloración amarillenta en la piel
  • Orina oscura por una acumulación de bilirrubina
  • Fatiga y debilidad, generando una sensación de cansancio
  • Dolor abdominal o hinchazón en la región del abdomen
  • Picazón en la piel

¿Es peligroso tener los ojos amarillos?

Los ojos amarillos no deben ignorarse. Más vale ser precavido y acudir a un oftalmólogo para que pueda encontrar la causa y ver si se requiere una intervención o un tratamiento. 

¿Cuándo es una señal de alerta?

Si ese color amarillo en los ojos viene acompañado de los siguientes síntomas, entonces tendremos que ponernos en manos de un especialista: 

  • Dolor abdominal intenso
  • Pérdida de peso
  • Fiebres altas
  • Cambios en el estado metal

Esto puede ser señal de que esta condición es producida por otras enfermedades graves que necesitan una intervención urgente. 

¿Cuándo puede ser leve o temporal?

En casos como el síndrome de Gilbert, la ictericia puede ser leve y transitoria, desencadenada por factores como el estrés o infecciones menores.

Pruebas comunes para diagnosticar la causa del amarillento de tus ojos

A la hora de diagnosticar el por qué de ese color amarillo en los ojos, el especialista podrá realizar diferentes pruebas: 

Exámenes de sangre

Los exámenes de sangre son fundamentales para encontrar la causa de la ictericia. Las pruebas más comunes son: 

  • Bilirrubina total y fraccionada
  • Pruebas de función hepática
  • Hemograma completo, ayudando a detectar anemia hemolítica
  • Pruebas de hepatitis (A, B, C, etc.)

Estudios de imagen

Los estudios por imágenes permiten visualizar el hígado, la vesícula biliar y los conductos biliares para detectar posibles obstrucciones o daños estructurales. Entre las pruebas más comunes:

  • Ecografía abdominal
  • Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM)
  • Colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM)

Otras pruebas específicas

Además de las pruebas que ya hemos comentado, el médico también podrá realizar otros exámenes si ve que no encuentra la causa. 

Como una biopsia hepática en caso de enfermedades crónicas o si se tiene una sospecha de cirrosis. Además, también pueden realizarte una prueba de Coobs para diagnosticar la anemia hemolítica. 

Tratamiento para los ojos amarillos

El tratamiento para los ojos amarillos dependerá de la causa que lo produzcan. En la mayoría de los casos, los pacientes tratan la enfermedad principal para revertir la coloración de los ojos. 

Tratamiento de la causa subyacente

Si la ictericia es causada por hepatitis viral, se pueden utilizar antivirales específicos como el entecavir o el tenofovir para la hepatitis B y el sofosbuvir para la hepatitis C.

Cuando hay cálculos biliares o tumores que bloquean los conductos biliares, se pueden requerir procedimientos quirúrgicos o endoscópicos

Cambios en el estilo de vida

Si la situación del paciente no es grave, con un cambio en su estilo de vida puede ayudar a desaparecer esa coloración amarilla de sus ojos:

  • Dieta equilibrada rica en frutas, verduras y proteínas magras.
  • Hacer ejercicio regularmente
  • Reducir el consumo de alcohol y el uso de sustancias tóxicas
  • Evitar medicamentos que dañen el riñón, como el paracetamol en dosis altas
  • Vacunarse contra la hepatitis A y B

Seguimiento médico

Si los ojos amarillos persisten o reaparecen, es fundamental acudir a un especialista para un control continuo y evitar complicaciones. Se pueden realizar revisiones periódicas para evaluar la evolución del problema y ajustar el tratamiento si es necesario.

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