Para que un tratamiento sea efectivo es muy importante seguir un procedimiento. Si aplicamos mal un medicamento o no seguimos los pasos adecuados puede disminuir su eficacia, retrasando la recuperación de la patología. Cerca del 40% de los pacientes reconoce tener dudas sobre algunos productos, especialmente aquellos que son colirios y pomadas, tratamientos muy utilizados en la oftalmología infantil para tratar infecciones y problemas inflamatorios.
De hecho, según datos de la Sociedad Española de Oftalmología, aproximadamente el 60 % de las consultas pediátricas relacionadas con el ojo requieren la prescripción de algún tipo de colirio o pomada. Por ello, para saber cómo aplicarlo de forma correcta en casa, en este artículo encontrarás todos los consejos para hacer que el tratamiento funcione a través de un procedimiento sencillo.
¿Qué es la pomada oftálmica y el colirio?
Los colirios son soluciones líquidas estériles que se aplican en forma de gotas directamente en la superficie ocular. Las pomadas oftálmicas, en cambio, tienen una textura más densa y se administran en el interior del párpado, lo que permite una liberación más prolongada del fármaco. Ambos formatos están diseñados para tratar de manera localizada diferentes patologías oculares.
¿Para qué sirven?
Como hemos dicho antes, estos dos medicamentos sirven para tratar diferentes patologías oculares. En función de la edad o el problema ocular, el oftalmólogo podrá recomendar uno u otro.
Infecciones
Los colirios antibióticos o antivirales son clave en infecciones como la conjuntivitis bacteriana. En España, la conjuntivitis en niños representa alrededor del 30 % de las consultas oftalmológicas.
Inflamaciones
Los antiinflamatorios, en gotas o pomada, se utilizan para reducir molestias derivadas de procesos irritativos o postoperatorios.
Sequedad
Los colirios lubricantes o “lágrimas artificiales” ayudan a mantener la hidratación ocular, cada vez más demandados debido al aumento del tiempo de exposición a pantallas digitales.
Alergias
Los colirios antialérgicos alivian síntomas como picor, enrojecimiento y lagrimeo, frecuentes en primavera. Según estudios europeos, 1 de cada 5 niños sufre algún tipo de alergia ocular estacional.
¿Cómo aplicar colirio correctamente en adultos y niños?
La aplicación de colirios requiere una técnica precisa para que el fármaco llegue a la superficie ocular de manera efectiva. Es fundamental explicar cada paso a los niños y, en el caso de bebés, hacerlo con paciencia y apoyo familiar.
Lavarse bien las manos
Antes de aplicar cualquier medicamento sobre la superficie del ojo, es importante lavarse bien las manos para reducir el riesgo de introducir gérmenes dentro de nuestro ojos.
Inclinar la cabeza hacia atrás
A la hora de introducir las gotas del colirio, se debe levantar la cabeza hacia atrás. Así, facilitamos la apertura del saco conjuntival.
Estirar suavemente el párpado
Después, bajaremos el párpado inferior con un dedo (previamente limpiado) para crear un pequeño espacio donde aplicaremos la gota del colirio.
Aplicar las gotas en el ojo
Aplicamos la gota en el centro del saco conjuntival sin tocar el ojo con el envase del colirio. Aplicaremos las gotas recomendadas por el oftalmólogo.
Cerrar el ojo sin parpadear
Una vez aplicada la gota, mantendremos el ojo cerrado sin parpadear unos segundos. Así, mejoramos la absorción del fármaco.
Recomendaciones adicionales en caso de bebés
Es aconsejable envolver al bebé en una manta para limitar movimientos y aplicar las gotas con suavidad en el ángulo interno del ojo, permitiendo que entren al parpadear.
¿Cómo aplicar pomada oftálmica paso a paso?
La pomada oftálmica requiere una técnica diferente al colirio, ya que su textura es más densa. Es especialmente útil en tratamientos nocturnos porque se mantiene más tiempo en contacto con la superficie ocular.
¿Cuánta cantidad de pomada poner dentro del párpado?
Basta con aplicar una pequeña tira de unos 0,5 cm en el interior del párpado inferior.
¿Se puede poner la pomada por fuera del ojo?
No, la pomada debe colocarse siempre en el interior del ojo, salvo que el oftalmólogo indique un uso cutáneo específico.
Uso de aplicadores y dispositivos para colirios y pomadas
Actualmente existen aplicadores y dispositivos diseñados para facilitar la aplicación en niños y personas mayores. Estos sistemas ayudan a evitar que el envase toque el ojo y aseguran la dosis correcta, lo que incrementa la adherencia al tratamiento.
Consejos útiles para una correcta administración
Además de la técnica, hay ciertas recomendaciones que mejoran la eficacia del tratamiento y reducen el riesgo de complicaciones.
Esperar al menos 5 minutos entre colirios diferentes
En caso de que se hayan recetado dos colirios diferentes, es importante esperar al menos 5 minutos entre aplicación y aplicación para que el segundo medicamento no arrastre al primero y pierda eficacia.
Primero aplicar colirio y después la pomada
En caso de que el oftalmólogo te recete tanto colirio como pomada es importante seguir un orden.
Primero aplicaremos el colirio y después la pomada, ya que esta última crea una película que podría impedir la penetración del colirio.
No compartir medicamentos oftálmicos
Cada envase es de uso personal para evitar contagios, especialmente en infecciones como la conjuntivitis.
Conservación idónea
La mayoría de colirios debe guardarse a temperatura ambiente, y algunos requieren refrigeración. Siempre hay que revisar la fecha de caducidad.
Consultar al oftalmólogo
Aprender a poner colirios y pomadas en los ojos de forma correcta marca la diferencia en la eficacia del tratamiento, especialmente en los niños, donde la colaboración puede ser más complicada.
En cualquier caso, cada patología ocular es diferente y requiere un abordaje individualizado. Por ello, ante cualquier duda o síntoma persistente, lo más recomendable es consultar siempre con tu oftalmólogo infantil de confianza, quien podrá ajustar el tratamiento y dar las indicaciones específicas para cada caso.