La importancia de la detección temprana de la hipermetropía en bebés y niños pequeños

En niños sanos nacidos a término, es común que presenten hipermetropía en los primeros años de vida. Aproximadamente el 70% de estos niños tienen algún grado de hipermetropía. A medida que el ojo del niño se desarrolla y envejece, la potencia dióptrica disminuye gradualmente.

A medida que los niños crecen y continúa el desarrollo de sus ojos, estos valores de hipermetropía tienden a disminuir. Sin embargo, es importante conocer a fondo esta patología en los más pequeños. Por ello, en este artículo encontrarás todo lo relacionado con la hipermetropía infantil

La hipermetropía en bebés y niños pequeños

La hipermetropía en los niños es el error de refracción más común. Se produce cuando los rayos de luz que ingresan al ojo convergen detrás de la retina en lugar de hacerlo directamente en ella, lo que resulta en una imagen desenfocada o borrosa. La hipermetropía puede deberse a diferentes factores, como la forma de la córnea, la curvatura del cristalino o la longitud del globo ocular.

A diferencia de la miopía o el astigmatismo, las personas con hipermetropía tienen una visión más clara a distancias lejanas, pero experimentan dificultades para enfocar objetos cercanos. 

Cómo afecta la visión de cerca en los más pequeños

Los niños con hipermetropía a menudo tienen dificultades para enfocar objetos que se encuentran cerca de ellos.

Además, pueden experimentar visión borrosa o desenfocada al tratar de ver objetos cercanos, como letras en un libro, dibujos o actividades.

Debido a esto, mostrarán una menor tolerancia a la lectura, ya que les resulta difícil mantener el enfoque en las palabras y seguir el texto de manera fluida.

La hipermetropía no corregida puede llevar a una fatiga visual en los niños, experimentando experimentar cansancio ocular, dolores de cabeza y dificultad para concentrarse.

Factores de riesgo y predisposición genética

La hipermetropía puede estar influenciada por varios factores:

  • Si uno o ambos padres tienen hipermetropía, es más probable que sus hijos también la desarrollen.
  • Se han identificado ciertos genes que pueden estar asociados con un mayor riesgo de hipermetropía.
  • Características anatómicas oculares transmitidas de generación en generación

El desarrollo visual en los más pequeños

Los recién nacidos tienen una agudeza visual limitada, pero mejora rápidamente durante los primeros meses de vida. A medida que crecen, su capacidad para ver detalles y distinguir formas y colores se desarrolla gradualmente. 

Es importante tener en cuenta que la hipermetropía es común en los recién nacidos y disminuye a medida que el ojo crece y se desarrolla.

Alrededor de los 4 meses de edad, la visión del color se vuelve más precisa. La detección temprana de la hipermetropía en los niños es crucial para abordar cualquier problema visual y brindar un tratamiento adecuado si es necesario. Las revisiones periódicas de la visión son fundamentales para identificar cualquier signo de hipermetropía y asegurar un desarrollo visual saludable.

Es fundamental realizar revisiones oftalmológicas periódicas en los niños para prevenir y detectar a tiempo cualquier problema visual relacionado con la hipermetropía. Se recomienda que todos los niños se sometan a su primera evaluación ocular a los 3 años de edad, y antes si hay antecedentes familiares de altos errores refractivos, ambliopía (ojo vago), estrabismo u otros trastornos oculares.

Signos y síntomas de la hipermetropía

  • Visión borrosa
  • Fatiga visual
  • Dolores de cabeza
  • Entrecerrar los ojos
  • Dificultades en el rendimiento escolar
  • Estrabismo

Pruebas y exámenes oculares para detectar hipermetropía en niños

  • Examen de agudeza visual: se utiliza para evaluar la nitidez de la visión. El niño debe leer o identificar letras o imágenes a diferentes distancias.
  • Retinoscopia: es una técnica que permite al especialista evaluar la refracción del ojo. Se utiliza un instrumento llamado retinoscopio para iluminar la retina y observar cómo la luz se refleja en los ojos del niño.
  • Auto-refractometría: el niño se sienta frente a un dispositivo que emite haces de luz y el equipo mide la forma en que los rayos de luz se enfocan en el ojo, proporcionando una estimación precisa de la refracción.
  • Examen de enfoque cercano: se puede utilizar una serie de tarjetas o imágenes a diferentes distancias para observar cómo el niño enfoca y sigue los objetos de cerca.

La detección temprana de la hipermetropía en bebés y niños pequeños es esencial para un desarrollo visual óptimo y una buena salud ocular a lo largo de su vida. Al estar atentos a los signos y síntomas, y buscando evaluaciones regulares por parte de un especialista en oftalmología. 

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