Carla y la miopía: cómo el Lente Implantable de Colámero le cambió la vista

Carla formaba parte de los 14 millones de personas que sufren a diario miopía en España. Su visión borrosa le impedía hacer tareas tan simples como leer su libro favorito o disfrutar de una película con su familia. Al final del día sentía que no solo su cuerpo estaba cansado, también lo estaba su visión. Y no era para menos, contaba con seis dioptrías de miopía.

Por suerte, un día entró por las puertas de Oftálica y fue el comienzo de un viaje para ver bien, encontró la solución perfecta para tratar su patología: la Lente Implantable de Colámero (ICL). Por eso, hoy, conocerás su historia. 

Los días previos a la intervención

Nuestra paciente vino dispuesta a cambiar su visión. Por ello, en primer lugar, el oftalmólogo le realizó una evaluación exhaustiva para asegurarse de que la paciente era una buena candidata para la cirugía. Se realizaron exámenes oculares, se midió la presión intraocular, se tomaron medidas del ojo y se preparó su lente. Algunas de las recomendaciones que se le sugirieron fueron:

  • No maquillarse
  • Descansar el día antes de la cirugía 

Así, por fin le llegó el día donde Carla se despediría de esa visión borrosa para dar paso a una visión nítida.

En 15 minutos, Carla recuperó su visión

Llegó el día. Carla nos dijo que, a pesar de los nervios, había descansado y dormido bastante, como el doctor le comentó en la primera cita que tuvo. Y es que es importante asegurarse de tener una buena noche de sueño antes de la intervención, ya que esto ayudará a que el cuerpo esté relajado y en condiciones óptimas para la intervención.

En su caso, el doctor le realizó una de las técnicas más innovadoras y eficaces para tratar su miopía: la Lente Implantable de Colámero (ICL).

Se trata de una intervención quirúrgica indolora, segura, personalizada y con una duración de tan solo unos 15 minutos:

  • Antes del procedimiento, se preparó a la paciente aplicando gotas anestésicas (anestesia local) y otras midriáticas (para dilatar la pupila).
  • El doctor preparó la lente que iba a llevar la paciente. 
  • En el momento de la cirugía, se llevó a cabo una incisión pequeña con un bisturí calibrado para insertar una lente ICL entre el iris y el cristalino.
  • Para acabar la intervención, se le administraron antibióticos y antiinflamatorios.

Cuatro pasos que cambiaron la visión de Carla. Así, tras la intervención se tuvo que quedar en reposo durante un tiempo en la clínica para asegurarnos de que todo había ido bien. Tras unas horas, Carla empezó su «nueva visión». 

Los días después

Durante los primeros días tras la cirugía, la paciente comenzó a notar su recuperación visual y prescindió por completo de la utilización de sus gafas. 

Los primeros días después de la cirugía son los más importantes, ya que el ojo necesita tiempo para sanar y adaptarse a los cambios. Carla nos comentó que experimentó un poco dolor y sensibilidad a la luz el primer día. Pero, es algo normal que sucede tras esta intervención. 

Para llevar una correcta recuperación, es importante que el paciente siga las instrucciones del médico después de la cirugía. Esto puede incluir evitar frotarse los ojos, no nadar o sumergirse en agua durante un tiempo y usar protección ocular durante las actividades físicas.

Después de un par de días, Carla volvió a la consulta para realizarse la revisión pertinente. Allí nos dimos cuenta de que todo estaba perfecto. Carla salió por la misma puerta por la que entró el primer día que tuvo su primera consulta. Sin embargo, había una diferencia:

El tratamiento con lentes ICL es una opción cada vez más popular para corregir la miopía, hipermetropía y astigmatismo en España. Además, el 6,5% de las cirugías refractivas realizadas en el país corresponden a la implantación de lentes ICL. Si estás pasando por un momento como el que pasó Carla, en Oftálica estaremos encantados de cuidar tu visión. 

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