Adiós a la presbicia, a las gafas y al vaho de la mascarilla

La presbicia o vista cansada es un problema ocular relacionado con la edad. El cristalino pierde, con el paso de los años, su flexibilidad y, en consecuencia, su capacidad para enfocar las imágenes a las distintas distancias. En consecuencia, nuestra capacidad para ver de cerca y, sobre todo, para ver de cerca correctamente, disminuye y nos obliga a esforzarnos para percibir personas y objetos correctamente.

Ese esfuerzo propio de la presbicia o vista cansada desemboca en muchas ocasiones en dolores de cabeza, mareos, ojos rojos, picor ocular y/u otros síntomas relacionados con lo que denominamos fatiga visual, explica el doctor Enrique Chipont, director médico de Oftálica Clínica Oftalmológica de Alicante.

¿A qué edad aparece la Presbicia o vista cansada?

En el último año, la presbicia o vista cansada se ha convertido en un problema (y grave) para el teletrabajo y otras actividades relacionadas tanto con el ámbito personal como con el profesional. De hecho, a día de hoy, la presbicia crece como una pandemia silenciosa que ya afecta a 9 de cada 10 personas mayores de 45 años.

Nuestro hogar es nuestro santuario y, normalmente, está adecuado para cubrir las necesidades de la vida cotidiana. Pero no para el teletrabajo. Sin embargo, la pandemia nos ha obligado, en muchos casos, a desarrollar nuestra jornada laboral en el domicilio. El teletrabajo nos ha exigido improvisar y acomodar espacios antes dedicados a otros menesteres. Hemos adaptado espacios para poder trabajar, pero no para acomodar la visión.

Presbicia y teletrabajo

Una gran cantidad de personas han tenido que adaptarse al teletrabajo. Y de ellos, -explica el doctor Chipont– quienes padecen presbicia o vista cansada han visto, en muchos casos, agravarse su sintomatología. Y, algunos de los que no tenían presbicia o simplemente desconocían que la tenían por ser aún demasiado incipiente, han notado los síntomas que advierten de la presencia silenciosa pero continua de la vista cansada o presbicia.

La falta de adecuación de los espacios, casi en permanente estado de provisionalidad, la carencia de lugares con la luz adecuada y desde el ángulo correcto, o el exceso de horas ante el ordenador, la tablet y el móvil han ido empeorando nuestra visión y abonando el terreno para el incremento de la presbicia o vista cansada.

La presbicia ofrece sus primeros síntomas en torno a los 45 años, que es cuando su sintomatología se hace más evidente. Esta circunstancia se ha visto agravada en los últimos tiempos como consecuencia -como se ha dicho- del sobreesfuerzo realizado con los ojos en materias como el teletrabajo pero también por la sobreexposición a dispositivos móviles, subraya el director médico de Oftálica, doctor Chipont.

¿Qué es la presbicia o vista cansada?

La presbicia es la dificultad del ojo para enfocar bien de cerca a causa de la edad. De ahí, que la presbicia sea también conocida como vista cansada, destaca el doctor Chipont.

Sin embargo, actualmente, el uso de dispositivos móviles se ha incrementado en personas cada vez más jóvenes. Pero, además, también ha aumentado exponencialmente el tiempo de exposición a esos dispositivos independientemente de la edad. La consecuencia es que la presbicia o vista cansada comienza a aparecer en personas cada vez más jóvenes.

Por ello, el doctor Chipont recomienda prestar mucha atención a aquellos síntomas “que individualmente pueden pasar desapercibidos, pero como conjunto suponen una clara advertencia de que algo necesita corregirse”.

¿Cuáles son los síntomas de la presbicia o vista cansada?

Uno de los síntomas característicos de la presbicia (pero no el único). señala el doctor Chipont, es la fatiga visual o cansancio de los ojos tras haber realizado una labor intensa. Cuando estamos ante el ordenador, la tablet o el móvil tenemos tendencia a reducir el ritmo de parpadeo, lo que puede desembocar en mareos o dolor de cabeza.

La fatiga visual no se reduce mientras persiste el problema, por lo que este síntoma, por sí mismo, nos debería conducir hasta la consulta oftalmológica. Máxime, si nuestro perfil es de persona con edad por encima de los 45 años, centrado en el teletrabajo y, en consecuencia, que pasa una parte importante del día ante las pantallas.

En ocasiones, la tendencia es achacar la fatiga visual al exceso de estrés y, para relajarnos, continuamos pendientes de la pantalla con atención a temas ajenos al trabajo. La consecuencia es que la fatiga visual no se reduce: se acrecienta porque el motor y el origen del problema continúa activo.

Salir durante unos minutos a tomar el aire o dar un breve paseo puede aliviar, pero no supone una solución definitiva al problema, porque el síntoma se mantiene sin diagnóstico ni tratamiento.

Otros síntomas de la Presbicia

Además, la presbicia presenta otros síntomas o indicios:

Por un lado, subraya el doctor Chipont, se incrementa la dificultad para ver con claridad los objetos cercanos. Esta circunstancia, nos obliga a alejarlos para mejorar nuestra percepción visual. Nos ocurre cuando nos sentamos a leer y debemos estirar el brazo y entornar los ojos para ver correctamente las letras de un libro.

Leer y llevar a cabo otras actividades es cada vez más complicado para las personas con presbicia, porque aparte de que las letras pueden parecerle cada vez más borrosas, fijar la vista en exceso le provocará dolores de cabeza, agravados, posiblemente, por escozor, lagrimeo y otras sensaciones muy incómodas para la visión.

Todos estos síntomas deben dirigirnos directamente a la consulta oftalmológica, explica el director médico de Oftálica Clínica Oftalmológica, donde el especialista llevará a cabo una evaluación de los síntomas, emitirá un diagnóstico y pondrá en marcha un tratamiento. Este tratamiento, en el caso de la presbicia o vista cansada, para ser definitivo, debe ser quirúrgico.

Operación Presbicia

La solución quirúrgica permite acabar con la presbicia o vista cansada en apenas 15 minutos, que es el tiempo que dura la intervención, llevada a cabo en la propia clínica, pues Oftálica cuenta con instalaciones quirúrgicas con quirófano propio.

Esta circunstancia supone que el paciente lleva a cabo todo su tratamiento, de principio a fin, en un mismo espacio, auxiliado por un personal al que conoce y le es familiar y, con ello, se reduce considerablemente el estrés pre y post quirúrgico.

La operación de presbicia se lleva a cabo con anestesia local y sin necesidad de hospitalización. El paciente vuelve a casa transcurrido un rato de la intervención. Y, en el caso de Oftálica, lo hace con la certeza de decir adiós a las gafas.

Presbicia y gafas

El doctor Chipont explica que “la presbicia o vista cansada se produce porque con la edad se incrementa la dificultad del cristalino para curvar adecuadamente cuando cambiamos nuestra visión de un plano a otro”.

“La cirugía de presbicia consiste en la sustitución del cristalino por una lente, que en el caso de Oftálica es trifocal. Las lentes trifocales permiten ver correctamente en planos cercanos, medios y lejanos”.

En la práctica, esto significa que decimos definitivamente adiós a las gafas. “Las lentes trifocales dan una calidad de vida altísima y permiten hacer la vida sin gafas, perfectamente”, concluye.

Pero además, la cirugía de presbicia no sólo permite decir adiós a las gafas, sino que también elimina la posibilidad de que las gafas se llenen del vaho procedente de la respiración que se escapa por la parte superior de la mascarilla.

Presbicia, gafas, mascarilla y vaho

Las gafas se empañan. Y, la consecuencia, es que nos impiden ver con claridad, leer, conducir o desarrollar con comodidad cualquier actividad.

De un tiempo a esta parte, hemos escuchado algunos ‘trucos’ como poner esparadrapo en la mascarilla, ajustarla al máximo o aplicar un tratamiento antivaho a los cristales.

“Sin embargo -explica el doctor Chipont- el problema es importante para las personas con presbicia y que desempeñan un trabajo cara al público. No pueden quitarse la mascarilla, porque se arriesgarían a contraer el virus. Pero tampoco pueden desarrollar su actividad profesional como debieran porque el vaho les impide leer y ver con claridad”.

“En muchas ocasiones -agrega el doctor Chipont- optamos por quitarnos las gafas y forzar la vista. Con el paso de los minutos y las horas, comenzamos a sentir dolor de cabeza, picor ocular, una cierta sensación de mareo y, si nos miramos al espejo, posiblemente nuestros ojos se estén enrojeciendo”. Es la consecuencia de la fatiga ocular.

La cirugía de presbicia acaba con ese problema, porque eliminamos las gafas al utilizar lentes trifocales y, en consecuencia, ya no hay opción de esas molestias a causa de la mascarilla.

Espacio Seguro con Quirófano Propio

La mascarilla es imprescindible. No podemos prescindir de ella, porque reduce muy considerablemente el riesgo de contagio.

En Oftálica, el uso de la mascarilla es obligatorio en todas las instalaciones, al igual que mantener la distancia social y seguir circuitos separados y preparados para entrar y salir, subraya el doctor Chipont

La cirugía de presbicia se realiza en las propias instalaciones quirúrgicas, ya que Oftálica dispone de quirófano propio con las máximas medidas de higiene, limpieza y asepsia.

Todos los visitantes son bienvenidos, destaca el doctor Chipont, pero deben realizar un test anticovid a su llegada, tomarse la temperatura y desinfectar las manos con gel hidroalcohólico. Además, contamos con filtros anticovid en todas las dependencias para que paciente siempre disfrute de una estancia tranquila y relajada dentro de un espacio seguro.

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